The Devil

Birthday Bashed Head

⚠ADVERTENCIA: asesinato gráfico.

—¡Maldito pedazo de...!—maldijo Taehyung, provocando que algunas señoras alrededor se giraran, mirándolo con ojos juzgadores.

Con una sonrisa torpe, se inclinó ligeramente de manera educada, en forma de disculpa.

Sin desperdiciar más tiempo, el Detective subió por las escaleras, deslizando su teléfono en uno de los bolsillos de su pantalón, completamente cansado y frustrado por la irritante cantidad de veces que se había repetido del otro lado de la línea esa molesta voz femenina y su característico mensaje; 'Lo sentimos, no pudimos conectar, inténtelo de nuevo' que le indicaba que su llamada había terminado en el buzón de voz.

Si había algo que Taehyung odiaba más que una mala conexión de internet, era esa mujer, nada personal.

Haciendo su camino a través del suelo lustrado de mármol que adornaba el lobby, se adentró en el elevador, presionando el botón del último piso.

Una extraña melodía se filtró en sus oídos, probablemente algún tipo de música Funky de los noventa.

Dirigió sus ojos hasta el panel, mirando al elevador subir, preparándose mentalmente para ser bombardeado con otra ola de interminables y torturadores  'Detective Kim' .

Las puertas tintinearon al abrirse y Taehyung entró al penthouse, suspirando pesadamente.

Para su suerte, esta vez no se había encontrado con ningún cuerpo desnudo o stripper pavoneándose como el otro día. Incluso se veía bastante limpio, a simple vista no podía encontrar ningún atisbo de alcohol, cigarros o aroma a sexo, y por primera vez, Taehyung se sintió verdaderamente agradecido.

No se creía capaz de recordar ni un solo segundo de ese horrible día, sin sentir su estómago revolverse y su comida amenazar con salir.

Suspiró de nuevo, un poco incomodo por el hecho de ser un extraño, alguien que no había sido invitado, y estar caminando de igual manera por el hogar de Jungkook como si nada.

Si tan solo el lunático de Armani pusiera una alarma que pudiera alertar de la presencia de alguien, las cosas no serían tan molestas para Taehyung.

Pero... ¿a quien engañaba?

Seguramente le daría una respuesta parecida a 'eso arruinaría la estética' o tal vez 'no hablo idioma pobre', aunque considerando que se trataba de Jungkook, lo más probable es que diría algo como 'tengo poderes psíquicos y puedo saber perfectamente quien está en mi puerta'.

Ya habían pasado tres meses y medio, y Taehyung podía asegurar que Jungkook era de hecho Tony Stark; 'un genio, millonario, playboy, filántropo' pero agregando drogas y alcohol. Aunque no estaba muy seguro de la parte de las drogas. Ciertamente, no parecía del tipo de persona que se disgustaría con el consumo de sustancias, así que Taehyung solo podía rezar por no tener que arrestar a su compañero más adelante.

Caminó a través de la sala vacía, buscando con la mirada al azabache, sin éxito.

Exhalando, sacudió su cabeza ligeramente, deslizándose por el pasillo vacío, y deteniéndose cerca de una puerta semi abierta.

Sin importarle mucho lo que fuera a pasar, el Detective empujó la puerta, terminando de abrirla, y arrepintiéndose de inmediato.

Apretó sus labios, decepcionado mas no sorprendido.

—Perdón por interrumpir tus sesiones mañaneras, pero realmente no me importa una mierda. ¿Te importaría salir de la maldita cama de una vez?—habló Taehyung, la irritabilidad siendo palpable en su tono, y sus ojos evitando a toda costa aterrizar sobre la esbelta espalda desnuda de la mujer sentada en la cama.