Capítulo 4: Fuego

566 65 3
                                    

Como casi todas las tardes Namjoon se pasaba por el estudio de Jimin para desconectar del día y pasar tiempo con él. Así era desde hacía muchos años, pero ahora todo había dado un giro radical. Aunque había pasado ya un tiempo, no se acostumbraba a esa nueva relación con él, era consciente de que sentía cosas, pero no podía negar que se le hacía algo extraño.

Subió las escaleras de ese apartamento y llamó al timbre. Al cabo de unos segundos Jimin le recibió con una sonrisa y un beso rápido en los labios.

—¡Hola, Joon! Vamos, pasa.

El mayor atravesó la puerta y Jimin le pidió que se sentara.

—¿Qué tal estás? ¿Mucho trabajo hoy?

—Como siempre, pero estoy agotado —Namjoon hizo una mueca—. Me duele la espalda de estar de pie tantas horas.

—Déjame ver —Jimin se colocó detrás de él y dejó sus manos sobre su cuello—. Estás tenso, tus músculos están tensos.

—Puede ser... —Namjoon suspiró.

—Ven, vamos a mi habitación y te doy un masaje.

—No hace falta, de verdad Jimin.

—Claro que hace falta. Déjame mimarte un poco, Joon.

—Vale, está bien, como quieras —Namjoon se levantó de allí y los dos fueron hasta el dormitorio de Jimin.

—Túmbate y quítate la camisa.

Namjoon hizo lo que su amigo le pidió y se colocó boca abajo.

—Relájate, ¿vale?

—Sí... —el mayor estiró los brazos y se apoyó en la almohada. Cerró los ojos y aspiró su aroma. Olía a algo que no supo describir con palabras, un aroma suave y cálido que le acarició el alma. Olía a él, a Jimin.

Jimin se embadurnó las manos de ese aceite que tanto le gustaba y rió cuando su amigo dio un respingo allí tumbado.

—Lo siento, está un poco frío.

—No pasa nada —Namjoon volvió a cerrar los ojos—. Por cierto, ¿qué tal lo llevas con los nuevos?

—Muy bien —Jimin sonrió—. Se han adaptado rápidamente a la clase.

—Me alegro mucho. No sé cómo te las apañas con tanto crío.

—Es cuestión de suerte. Este año me ha tocado una clase buena, así es mucho más fácil.

—Claro, supongo.

Jimin siguió masajeando el cuerpo de su amigo cuando una idea le vino a la mente.

—Joon...

—¿Sí?

—¿Has podido hablar con Yoonie?

—Todavía no, ella no sabe nada. No sé cómo se va a tomar todo esto.

—Claro.

—Jimin... —Namjoon se giró preocupado—. No te enfades, por favor.

—No me enfado, Hyung.

—Acabas de llamarme Hyung —Namjoon se acercó a él y dejó su mano apoyada en su mejilla—. Estás enfadado.

—No es eso, es que no me gusta tener que seguir fingiendo cuando ella está delante. Sé que es tu hija y lo entiendo.

—Jimin... —Namjoon cogió su cara entre sus manos y le dio un beso suave—. Dame algo más de tiempo, sólo te pido eso.

NEVERMINDحيث تعيش القصص. اكتشف الآن