💜Esta es una adaptación de la pareja Jihope💜
Jimin era uno de los sultanes más poderosos de arabia, su enorme palacio de fuego en Abu Dhabi era impenetrable, todos los ciudadanos le veneran y respetan por la riqueza de su ciudad, pero, el joven Su...
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Habían pasado dos días desde esa vez en que Taemin intentó de forma caprichosa y celosa el que Jimin le tomara, pero de nuevo su ego se vio pisado por las palabras de su alto esposo, esta vez ninguno cruzaba palabra, por desgracia, hacía ver al sultán como el culpable de todo.
Los consejeros reales, sirvientes entre más personas que servían en el palacio empezaban a hablar a espaldas de su sultán, algunos debatiendo quien de los dos podría estar cometiendo el error de no lograr dar un heredero a Abu Dhabi, para Jimin era de lo más estúpido, no era un hombre viejo, estaba en su mejor forma al igual que Taemin, pero en arabia era tan normal que a los dieciséis años, los donceles tuvieran a sus bebés, además de que otra de las presiones era que ambos pertenecían a la realeza, Taemin directamente venía de una familia de reyes desde la existencia de Egipto y Jimin se hizo de un título y riqueza, además de un pueblo al cual guiar y apoyar, el alto apenas comenzaba, pero los egipcios tenían años con esos tratados.
El sultán se sentía presionado ahora también por su gente, cuando antes no les importaba si estaba soltero o casado, pero con la llegada del príncipe mayor todo cambió.
Todos miraban a su esposo como un jovencito con un encanto y atractivo fuera de este mundo, además de buena persona y humilde, pero Jimin sabía mejor que nadie, que estaba muy lejos de todo lo que creían de ese príncipe.
Jimin no dudaba en que Taemin hablaba con los sirvientes de lo mal que le trataba o que no le prestaba atención, además de que sabía llevar a todos lados esa cara de tristeza haciendo que todos le tuvieran pena y le cumplieran más los caprichos que no se merecía.
Ser esposo de un sultán, no significaba que podía tener ese tipo de poder, él debía apoyar a su esposo como era debido, pero sólo le interesaba gastar el dinero en cosas banales que era claro no necesitaba, aunque Jimin admitía culpa en ese punto, ya que, él era quien le daba lo que Taemin pidiera con tal de no escucharle o verle, estaba harto de él y quería que se fuera o perdería la cabeza.
Sus razones crecieron más al estar en su despacho en total silencio al leer una carta de Egipto, el Faraón exigía ver un resultado en poco tiempo, le daba un mes al sultán para que el príncipe mayor estuviera esperando un bebé.
El sultán arrugó el papel y lo lanzó mirando a uno de sus consejeros bastante enojado.
-Creí ser claro en todo momento al pedir que no se metieran más en mi vida matrimonial ¿Cómo se atreven a pasar por sobre mi autoridad?
-S... Su alteza, ninguno de nosotros se atrevió a desobedecer, sabemos que usted es lo suficientemente capaz, logró alzar un gran imperio, no le sería imposible el lograr que el príncipe tenga un bebé.
Jimin masajeaba su frente con una de sus manos marcadas por las venas.
-Las personas que tenemos autorización para enviar comunicados a Egipto además del consejo son los príncipes.
