💜Esta es una adaptación de la pareja Jihope💜
Jimin era uno de los sultanes más poderosos de arabia, su enorme palacio de fuego en Abu Dhabi era impenetrable, todos los ciudadanos le veneran y respetan por la riqueza de su ciudad, pero, el joven Su...
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Hoseok despertó admirando la vista desde la cama de aquel enorme aposento, su cabeza descansaba en un fuerte pecho, acaricio éste mirando el rostro sereno del sultán.
Una parte de él era felicidad mientras la otra temía al ser descubierto con el esposo de su hermano, no sólo era traición a Egipto, también a su familia y a todo lo que pudiera representar, presionó sus labios y suspiró, tenía que pensar en que hacer, no negaba el fuerte sentimiento hacia aquel hombre, pero, era algo que no podía suceder, podría explicarle al sultán que sólo fue un error, uno que no se debía volver a cometer mientras estuviera en el palacio, se iría tranquilamente y ambos lo verían como una acalorada noche, pero, al volver a admirar ese varonil rostro y recordar tan demandantes palabras, toda intención de escapar se veía lejana.
Jimin le tomó de la fina cintura con la intensión de que no se levantara, el moreno acarició con las finas manos el fuerte torso de su amante, todo en él era ardiente, no pudo reprimir un suave gemido mientras las mejillas ardían.
El sultán sonrío despertándose con aquel sonido del menor, ambos conectaron miradas.
-¿Estas cómodo?
-Su alteza...
-Llámame por mi nombre ¿Tengo que volver a hacerte el amor para que lo entiendas?
-N... No... J... Jimin.
-Estas temblando.
-Usted me estremece.
En un rápido movimiento, el alto se colocó encima del cuerpo del menor repartiendo caricias y besos, el príncipe le dejaba recorrer cada extensión de piel, haciendo que su cuerpo reaccionara a cada sensación.
🕌
-Su majestad, es hora del desayuno.
Una sirvienta como todas las mañana, fue a avisar al príncipe mayor del desayuno, Taemin estaba de muy mal humor, no había dormido por esperar a Jimin y consideraba que se veía horrible con sus marcadas ojeras, además de que una de sus uñas estaba dañada por los constantes mordiscos.
Había buscado en todo rincón de aquel palacio y nunca encontró a su esposo, otros sirvientes también le buscaron y jamás supieron de él, no salió del lugar, para Taemin era extraño y el único lugar donde no buscó fue en los aposentos de su hermano, no abrió la puerta y lo que menos quería era perturbar el sueño de su hermano menor, Hoseok no tenía porqué estar a solas con su esposo, además, no se atrevería a hacerle algo tan bajo
- ¿Majestad?
- Te escuché la primera vez, no me tienes que repetir todo como si fuera un retrasado, mejor llama a mi hermano, quiero desayunar con él.
La joven se asustó por el tono tan molesto del príncipe, se retiró corriendo y Taemin aprovechó para lavar su rostro y no lucir tan mal enfrente de todos los sirvientes, él debía siempre estar presentable como esposo del sultán.
