𝙙𝙚𝙡𝙩𝙖 | "D-digo que mi aroma n-no es agradable, h-huelo horrible y"- No pudo seguir hablando ya que el omega había puesto su dedito en sus labios.
"¿Quién dice que no nos gusta?"
"B-bueno..."
"¡A Chenle y a mí nos encanta! "
❝ Donde Chenle...
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Chenle y Jisung habían tomado ya el autobús para ir al centro comercial. Por suerte, les había tocado asientos desocupados.
Había un silencio cómodo entre ambos chicos.
Todavía aún, Park tenía sus mejillas coloradas y su corazón latía rápidamente.
¿Este era otro de sus sueños? Giró su cabeza en dirección hacia donde estaba el omega, quien se encontraba mirando por la ventana con una sonrisa. Él también sonrió.
No pasó mucho tiempo cuando habían llegado a su parada.
Ambos bajaron del autobús y comenzaron a caminar, aún en silencio. Pero fue el delta quien decidió romperlo.
- L-Lele, hoy l-luces muy l-lindo - se sentía tan nervioso y tímido.
Chenle sonrió, haciendo sus ojos formen sus muy famosas medias lunas - Gracias. - Sus mejillas comenzaron a teñirse de rosa - T-tú también luces muy g-guapo, Sungie.
Esas mariposas se volvieron a hacer presentes.
El delta no sabía que más decir, pero tampoco quería que la conversación muriera.
- N-no sabía que te gustaba usar faldas.
- En realidad no las suelo usar, solo tengo esta. ¿Se me mira bien? - preguntó el omega con una linda sonrisa.
Jisung inmediatamente asintió. -Se te mira muy bonita, Lele.
Nuevamente Chenle sonrió. Si seguía sonriendo de esa manera, el corazón del delta se derretiría de ternura en cualquier momento.
El silencio volvió a reinar, pero durante este, Park sintió como una pequeña mano sostuvo la suya. Miró en dirección al dueño de aquella manita, encontrándose con la tímida mirada de Chenle.
Poco a poco Jisung comenzó a hacer más fuerte el agarre y a entrelazar sus dedos con los del contrario.
Le estaba comenzando a gustar el sostener su manita.
No tardaron mucho en llegar al centro comercial, el cual estaba muy concurrido, con obvia razón ya que era fin de semana.
Algo que no le gustaba en lo absoluto. Ya podía sentir como las personas lo miraban con desagrado y que cuando pasaban por su lado, hacían muecas por su aroma.
- ¿A dónde quieres ir primero, Sungie? - la voz del omega lo hizo dejar de poner atención a aquello.
- ¿Eh?
- Pregunté que, ¿a donde quieres ir?
- Jisung lo pensó un momento - A donde tú gustes.
Chenle no tardó mucho en comenzar a caminar aún sosteniendo la mano del delta.
No caminaron demasiado cuando llegaron a un lugar estilo arcade. Dentro de él habían varios juegos.
