𝙙𝙚𝙡𝙩𝙖 | "D-digo que mi aroma n-no es agradable, h-huelo horrible y"- No pudo seguir hablando ya que el omega había puesto su dedito en sus labios.
"¿Quién dice que no nos gusta?"
"B-bueno..."
"¡A Chenle y a mí nos encanta! "
❝ Donde Chenle...
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Chenle había invitado a Jisung a su casa un viernes por la noche, ya que Kun tendría una cita con Sicheng después de semanas de no verlo.
Estaban acostados en la habitación del chino mientras veían una serie que se encontraron.
Jisung se había convertido en fan número 1 de posar su cabeza sobre el pecho de su novio mientras este le daba suaves caricias a su cabello.
Mientras llevaba una palomita a su boca, su teléfono vibró, indicando que alguien le había mandado un mensaje pero Jisung simplemente lo ignoró. Nuevamente, recibió otro mensaje y otro y otro...
— Sunggie, ¿por qué no checas quien es?
— No quiero, no tengo ganas de hablar con nadie que no sea Lele.
— ¿Y si es una emergencia?
— Si fuera una emergencia me estarían llamando, no mandando mensajes.
— Sunggie... no seas grosero y responde.
Jisung suspiró antes de buscar su teléfono y desbloquearlo. Se sorprendió al ver al dueño de los mensajes.
— ¿Quien es? — preguntó un curioso Chenle.
— ¿Recuerdas que te conté que tenía un amigo que también era delta? — el omega asintió — Pues es él.
— ¿Y qué necesita?
— Me preguntó si podíamos vernos mañana, ya que no nos hemos visto en varios meses.
— ¿Piensas ir?
— No. — respondió el delta.
Chenle se levantó un poco y se sentó en la cama, haciendo que Jisung se levantará también y repitiera su acción — Sunggie tienes que ir, tu amigo quiere verte y platicar contigo.
— No quiero, no me gusta salir.
— Pero no lo puedes dejar así, Sunggie. — Chenle hizo un puchero. Se veía tan tierno.
Jisung lo observó por unos segundos pensando.
— Bien, iré... — Chenle aplaudió feliz — solo si tú me acompañas.
El omega volvió a hacer un puchero. Quería que Jisung tuviera amigos, que no solo lo tuviera a él.
— Okey. — aceptó Chenle para después dejar un lindo besito en los labios contrarios.
∘◦๑◦∘
El amigo de Jisung le había dicho que se vieran el día siguiente en un café no muy concurrido.
Chenle y Jisung caminaban por la acera tomados de la mano, y no tardaron mucho en llegar a la cafetería.
Al entrar, se podía ver que no estaba muy lleno había una que otra mesa desocupada. Pronto, un chico de cabellos negros levantó su mano, señalando su ubicación para que la joven pareja lo viera.
