ᨑ 🖋️ 𓄵 24 !

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Un nuevo día había comenzado

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Un nuevo día había comenzado.

La luz del sol poco a poco remplazaba al de la luna.

Jisung se encontraba sobre el omega dejando besitos por todo su rostro.

Eran las 7 en punto. La joven pareja se había despertado temprano a pesar de que durmieron hasta las 4 de la mañana y su vuelo de regreso a Corea salía a las 3 de la tarde.

— Sunggie... me estás haciendo cosquillas. — Chenle trataba de no reír tan fuerte y despertar a su familia.

— Lele... — canturreó Jisung mientras escondía su rostro en el espacio entre el cuello y hombro de Chenle, justo donde había dejado su marca — No quiero volver. Regresar significa que nos tenemos que separar y yo no quiero eso, me gusta dormir y despertar contigo.

Chenle sonrió sonrojado.

— Sunggie, yo tampoco me quiero separar de ti. — su mano comenzó a acariciar el cabello contrario.

— ¿Debería robarte y llevarte a mi casa?

El omega soltó una risita. — Mi papi claramente iría y te golpearía hasta que quedaras casi muerto.

— Pero Lele, ya no puedo vivir sin ti a mi lado.

Ambos se separaron un poco, y fue Chenle quien dejó un beso en los labios de Jisung.

— Te recuerdo que tenemos un lazo, así que ya no te vas a sentir solo por un buen tiempo. — pellizcó suavemente la nariz de su novio juguetonamente.

Jisung se separó totalmente de donde estaba y decidió ahora colocar su cabeza en el pecho aún desnudo de Chenle, pudiendo escuchar a la perfección sus latidos.

— Si, pero cuando regresemos a clases pasaremos menos tiempo juntos, ya sabes, tenemos que comenzar a estudiar para pasar el examen de admisión a la universidad...

— Entonces, disfrutemos cada segundo y minuto que podamos. — respondió Chenle para después besar la cabellera de su novio.

— Lele... — Jisung levantó su vista hasta los ojos de Chenle — aunque estemos en diferentes carreras y casi no podamos vernos, por favor, no me dejes.

El omega sintió como su corazoncito se rompía por las palabras de su delta.

— No lo voy a hacer. No te voy a dejar, Sunggie. — respondió para después juntar sus labios en un lindo beso.

Dejaron ese tema de lado, y Jisung comenzó a hacerle cosquillas en su pancita, y una que otra vez soltaba suaves mordidas por su cuerpo.

Una hora después por fin decidieron levantarse e ir a ducharse, para comenzar a guardar sus cosas en sus maletas.

Justo cuando Jisung salía recién bañado y cambiado, Kun les llamó para que fueran a tomar el almuerzo.

En la mesa ya se encontraba toda la familia, incluidos los infantes, quienes discutían sobre alguna caricatura.

⩩ 𝐝𝐞𝐥𝐭𝐚 ⋆ 𝙟𝙞𝙘𝙝𝙚𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora