𝙙𝙚𝙡𝙩𝙖 | "D-digo que mi aroma n-no es agradable, h-huelo horrible y"- No pudo seguir hablando ya que el omega había puesto su dedito en sus labios.
"¿Quién dice que no nos gusta?"
"B-bueno..."
"¡A Chenle y a mí nos encanta! "
❝ Donde Chenle...
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Regresar a clases era lo peor para Jisung.
No le gustaba el levantarse temprano para ir a ver a un montón de personas que lo mirarían mal por su aroma.
Pero con solo recordar que volvería a ver a su Lele, una sonrisa se formaba en sus labios.
Vaya que lo adoraba...
Cuando Jisung llegaba al colegio, solía ir directo a su salón para que nadie lo viera ni lo oliera, pero se sentía tan emocionado por ver a Chenle que no podía esperar más.
El delta se encontraba en la entrada del colegio esperando la llegada de Chenle, como un perro que espera por su dueño.
De hecho, su lobo movía su cola alegremente.
Por el lazo que tenían, Jisung podía también sentir la alegría del omega. Eso lo ponía aún más feliz.
No pasó mucho tiempo cuando a lo lejos, pudo observar al pequeño chino caminar a su dirección.
Jisung, que de tanto esperar se había sentado en una de las escaleras de la entrada, se puso de pie y por su altura, fue fácil para Chenle reconocerlo.
Comenzó a caminar más rápido, hasta correr, cuando por fin llegó hasta él, Chenle abrazó muy fuerte a Jisung.
Algunos de los estudiantes los observaron con asombro.
— ¿Chenle está saliendo con ese delta? — preguntó una chica a sus amigas y amigos que estaban con ella.
— Había escuchado algo parecido, pero no lo creía. — respondió una de las chicas.
— No entiendo como esa cosa ganó a Chenle, yo intenté varias veces coquetearle y siempre me rechazaba. Eso no es justo. — quien hablaba ahora era un alfa molesto, y como no, si Chenle era uno de los omegas más codiciados pero nadie podía salir con él.
Y así, más murmullos.
Chenle tomó de la mano a su novio y caminaron en dirección a su salón de clase. No quería escuchar como hablaban mal de Jisung y tampoco quería que su omega lo controlara y comenzara a gritarles a todos.
— Sunggie, no hagas caso a lo que digan. — Chenle tomó las mejillas de Jisung entre sus manitas y las apretó suavemente.
— Lele... ¿es cierto que rechazabas a los alfas que se te acercaban?
Chenle se sonrojó un poco y soltó una tímida risita. — Pues... si. No me agradaban mucho sus aromas, además de que, probablemente solo me querían usar como un trofeo. — quitó sus manos del rostro ajeno mientras bajaba su mirada.
Cuando Chenle tenía 16 años, fue donde se comenzó a hacer un poco famoso en el instituto por su amabilidad y ternura.
Un día había ido al baño y cuando estaba a punto de salir del cubículo, un grupo de alfas había entrado también.
