Lanza La Moneda [Traducción]

60: ¡Hay que intentarlo!

      —¿Por qué quieren deshacerse del anciano de todos modos?— Fue Tsunade quien se quebró y habló primero. Una victoria sin sentido, pero una victoria de todos modos; al ver lo frustrantes que habían sido los últimos días, Izumi respondería.

    Era la tercera noche consecutiva que ella y Shizune se sentaban a un lado mientras Anko y Tsunade trataban de beberse todo el alcohol de la mesa, o simplemente matarse entre sí de la manera más indigna posible, quién sabía. 

    La estrategia de Anko era desgastar a la mujer estando constantemente en su cara. Fue muy eficiente porque Anko podía ser muy intimidante cuando quería, y a nadie le gustaba dedicarse a sus asuntos en la vida con una mujer de aspecto loco lamiendo un kunai dos pies por detrás de ti en todo momento. Estaban bebiendo en la posada porque ningún bar de la ciudad quería servirles más, y parecía que Tsunade finalmente había decidido al menos escucharlas.

    Pasos pequeños.

      —Una mierda sucedió— Dijo Anko inexpresiva, el triunfo mal escondido en su tono presumido— Perdió la confianza de los clanes. Fue su decisión, pero estuvo de acuerdo.

      —Cuándo un clan a sido feliz...

      —Fue diferente esta vez.

      —¿Cómo?

      —Shimura Danzo fue arrestado y juzgado por traición, conspiración y asesinato. Fue exiliado.

    Por primera vez desde su llegada, Tsunade pareció perder un poco la compostura, e Izumi estaba un poco avergonzada de lo satisfactorio que era. Shizune parecía preocupada, pero Izumi había descubierto que era un estado constante para esa mujer. El nombre les hizo sonar a ambos, al menos.

    Sin embargo, Tsunade no dejó que eso la conmoviera por mucho tiempo.

      —Ya era hora. ¿Se supone que es sorprendente?"