CAPITULO TREINTA Y SIETE.

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El gris y el verde se enfrentaban en una batalla de miradas. Retadores, amenazantes, dispuestos a atacar en cualquier momento.

La noche anterior habia sido un infierno para Artemisa. Sabía que la habían descubierto, sabía que su padre estaba enterado y que ella era su principal sospechosa junto con Diggle, sin embargo, él no la habia encarado y eso no la había dejado dormir. Durante el desayuno esa misma mañana su padre actuó como de costumbre, le dio un beso en la coronilla y se sentó frente a ella con su taza de café. Al momento se salir hacia Verdant, él solo le habia dicho un simple y llano "vamos".

El viaje habia sido silencioso, y no en un silencio cómodo al que estaban acostumbrados, sino, uno donde podían oír la respiración del otro en un ambienten tenso.

Al entrar al Bunker no habia cambiado la situación, la tensión entre ellos era la misma o incluso habia incrementados entre ellos.

Felicity vio con tristeza la situación, claro que Oliver le habia llamado para contarle acerca de lo sucedido, y es que en momentos como ese; ella no sabía a quien darle la razón.

Así que ahora, Artemisa y su padre se miraban a los ojos, solo separados por metro y medio de distancia entre ellos, ella sentada en una de las sillas giratorias y él de pie con lo brazos cruzados sobre su pecho.

— ¿Qué tienes que decir en tu defensa? – preguntó Oliver con voz fría.

— No se de que me estas hablando. – contestó ella indiferente.

— Sabes perfectamente de que hablo. – insistió él.

— No. No tengo idea. – volvió a negar.

Oliver suspiro y talló el puente de su nariz con la yema de sus dedos.

— ¿Porqué espiaste a mi madre? – le preguntó él más directo.

— Yo no he sido. – contesto Artemisa con la mirada desafiante.

— ¡Deja de creer que me engañas! – gritó Oliver exasperado.

Artemisa se mordió los labios, se trago el nudo de su garganta y aguanto las lágrimas en sus ojos.

— Interrógame todo lo que quieras. – dijo con los dientes apretados. – sabes que fui entrenada para esto. – le recordó con dureza. – Yo no fui. – dijo ella. – si quieres ve por el polígrafo, pero ambos sabemos que pasare. – lo miró desafiante.

Oliver se giró y golpeo la pared con fuerza. Felicity, quien estaba presente, tembló y no quiso imaginar lo que sintió Artemisa. No quería hacerlo, no quería tener que gritarle ni mucho menos hacerla sentir amenazada, él solo quería saber que es lo que habia llevado a su hija a poner micrófonos por todos los rincones de las oficinas de Moira.

— Sé que has sido tú. – dijo él más calmado. – Solo quiero saber por qué. – le pidió.

Artemisa tampoco quería alargar el asunto demasiado tiempo, así que soltó sus mordisqueados labios y miró a su padre a los ojo.

— Porque alguien tenia que hacerlo. – dijo con simpleza.

Oliver no esperaba que contestara con tal rapidez, incluso llegó a pensar que ella seguiría en su plan de no saber nada.

— Por que alguien tenia que ser lo suficientemente sensato como para hacerlo. – continuo. – porque tu amor de hijo no te permitía ver que tu madre se estaba convirtiendo en una criminal de cuello blanco, como a los que les ponías flechas en medio de las cejas. – Señaló. – Porque fuiste lo suficientemente torpe como para dejar que te disparara, porque no quieres ver que ella no es mejor que los tipos a los que mataste. – dijo ella con crudeza.

Artemisa Queen || a Arrow/Young Justice fanfic ||Where stories live. Discover now