Cazadora De Monstruos

18

Sara

Un viento frío y suave rozó con gentileza mientras observaba el exterior que me envolvía. Un paisaje monótomo, árboles, árboles y más árboles. Todos ellos cubiertos por una gruesa capa de nieve, una nieve que en mis recuerdos se teñían fácilmente de rojo.

- ¿Estás tranquila? - preguntó cuidadosamente Tylor.

-  Sí, estoy pensando, nada más.

Sí, pensando. Hoy iba a actuar, sino actuaba ahora ellos... Dejé de pensar en aquello. Debía prestar atención a mi al rededor.

- Agáchate. - gritó Tylor.

Me agaché y observé quién narices me había disparado.

- ¿Y sí jugamos a un juego princesa? - dijo un hombre maliciosamente.

- Depende de a que juego. - dije de vuelta.

- Tu amiguito se va a enfrentar al número 2 y a 3 en una pelea a tiroteo y tú, te enfrentarás a mí. - dijo con una sonrisa aún más maliciosa.

- Que juego más divertido. - dije irónicamente.

- Sara, basta, no caigas en su jue... - calló. Le dispararon en el hombre izquierdo.

Oh no, ahora sí que se han equivocado, de esta no salen vivos.

- Acepto el reto, ¿agregamos tres normas?

- Como usted quiera.

- 1 solo se puede usar la pistola y para hacerlo más divertido solo se pueden 10 casquillos y sino a armas libres. 

Soltaron los tres individuos sus armas y Tylor y yo hicimos lo mismo. Pusimos una distancia entre nosotros y continué.

- 2 Vale todo el bosque hasta la cabaña, la cabaña en la que él se encuentra.

Sonrieron y sacaron su pistola al igual que Tylor.

- Y por último este juego, será un 1 contra uno, por tanto uno de vosotros sobra.

Disparé al número dos con firmeza y levante nieve para que uno no me mirara.

El juego ya había comenzado todo esto acababa de empezar.

- Los tienes bien puestos eh princesa, aunque nosotros solo somos un simple aperitivo. Dijo lamiéndose los labios.

Sabía en donde estaba, se me daba bien esto y no iba a perder. A lo lejos escuché un disparo, por la forma en la que sonaba y la dirección suponía que fue de Tylor y en efecto, al rato un alardido de dolor se escuchó no muy lejos.

- Número tres ya va mal, tendré que ocuparme de él después. - dijo suspirando.

Dio tres pasos hacia delante y yo me escondí en el árbol. Controlé la respiración y sentí como apuntaban cerca de mi. 

Un disparó que rozó mi mejilla. Sostén la respiración, vamos Sara sostenla.

- Que débil eres pensaba que eras más fuerte.

Tres disparos y seis balas restantes.

Apunté para hallar mejor su ubicación hasta encontrarlo. Sabía que iría contra mí y estaba contando el número de balas que tenía.

Me adelanté y disparé tres veces más y accedí a darle en su hombro.

Me acerqué de nuevo entre los árboles y agarré una piedra. Disparé al vacío y tiré la piedra. Sabía su ubicación y sé disparar. Otro disparo junto con 4 suyos. No me dio ninguno y yo a él tampoco.

Era hora. Me puse delante del árbol en el que me ocultaba y cerré mis ojos conteniendo la respiración.

- ¿Un acto suicida de última hora? - dijo riendo. Bingo a 8 pasos de mí se encontraba. Lo que voy a hacer es muy arriesgado, pero es eso o nada.

Cogí la pistola y apunté a donde estaba él.

- Una bala tienes, una sola bala, ¿te crees con tan buena puntería?

- Se ve que él entonces no te dijo cuan buena era.

Salió de su escondite y disparó con velocidad dos balas que logré esquivar agachándome.

Sonrió al verme cara a cara y yo hice lo mismo. Apretó su gatillo y hice lo mismo apuntando en un sitio en concreto.

Esquivé con agilidad y destreza la bala y le di en su mano haciendo que tirara la pistola con dolor. Rápidamente me acerqué a él, el cual buscaba la pistola y yo me paré frente a frente.

- ¿A manos libres crees poder conmigo? - dijo enfocando su vista a mi.

- No, te equivocas, para eso tengo un arma. - dije apuntándolo con ella.

Me miró sonriente, y yo igualé la sonrisa.

- Game over.

Su cabeza voló tras dispararle y lo último que vi fue su sonrisa desvaneciéndose.

- ¿Quién dijo que fue game over princesa?

No. No puede ser, él estaba aquí y con...

Aaron

- ¿Quién dijo que fue game over princesa? - le pregunté con una gran sonrisa en mi rostro.

- Tu... ¿qué hiciste con Tylor? - preguntó lo más calmada y fría posible.

- ¿Qué que hice?, sacarlo de este juego del cual nunca tuvo que estar. Este era nuestro juego, ¿verdad princesa?

Su rostro. Cómo amaba ese rostro. Siempre admiré lo fuerte que era Sara, la admiré desde esa ventana, desde esa oscura habitación en la que estuve encerrado por años hasta que mi querido hermanito Mason me liberó.

- ¿Por qué tanto odio si yo te salvé?

- Tú los mataste. Mataste a mi madre y a...

La corté, no quería que le llamase padre, no a ese monstruo sin alma.

- ¿Padre?, por favor no me hagas reír, ese jamás fue tu padre, solo fue un monstruo y tú jamás te diste cuenta.

- Te equivocas. - dijo fiera y con rabia.

- Mejor tengamos esta conversación en otra parte, que por cierto, quiero que veas a alguien, bueno... conocer.

Le durmieron por detrás y la cogí en brazos hacia la cabaña en donde todo empezó. Yo era su dios de la muerte, era su salvador...