007

400 48 8
                                    


— Suficiente— espeté deseando que esta situación llegase a su fin de una vez por todas.— Escucharé lo que tengas que decir, pero ¿podrías dejarme en libertad?, puedo caminar sin la ayuda de tu guía— escucharme decir aquello pareció haberle hecho caer en la realidad, ya que al estar un pie afuera de la facultad terminó por soltar mi mano.— Gracias— murmuré mientras observaba a mi costado en un acto de incomodidad.

Posé mi mirada en él al cabo de unos segundos de silencio, se encontraba de espaldas sin decir nada. Ingenuamente esperé unos momentos más, porque si, quería saber el motivo de sus desconcertantes e inesperadas acciones.
Desvíe la mirada al éste por fin darme la cara después de un rato.

Tragué con pesar al volver a dar con sus ojos, aquellos hermosos ojos marrones que solían brindarme tanta paz y calidez.

Esperé unos segundos más a que se dignara a hablar, sin embargo, él solo me miraba fijamente, haciéndome sentir más nerviosa de lo que ya estaba. Verdaderamente, no sabía qué pretendía con todo esto, pero aún seguía parada frente a él en espera de algo que podría jamás suceder.

Cansada de ello me decido por emprender mi camino a casa. Recuerdo la última vez que miré la hora en la pantalla de mi celular y me recrimino por lo estúpida que fui al dejarme llevar por Choi.

Genial Nabi, el último autobús ha partido y no queda más que caminar.

Siento el posar de su mano en mi muñeca trayéndome de vuelta en sí, aún cuando creí que ya le había dejado atrás. Por reflejo me suelto de su agarre en un acto rápido, afortunadamente teniendo éxito en el intento. Chanhee clava su mirada en mí luego de ello y como la cobarde que soy, dirijo la mía hacia un punto perdido a su lado.

— Trabajaré en el proyecto— le escucho decir. Confundida por lo que acaba de decirme hago contacto visual.

— ¿Qué?— aquello sale sin más de mis labios.

— Lo que escuchaste— dice, como si fuese de lo más normal— No es necesario que vuelvas a quedarte hasta tarde.

Sus últimas palabras me dejan pensando mucho, aunque su tono de voz siga siendo frío, serio y cortante conmigo, su significado hace que mi pobre corazón se ilusione tontamente.

— Bien.

Como si mi vida dependiese de ello, doy media vuelta para emprender mi camino, necesitaba huir, cuanto más lejos de él mejor.

— Kim— ignorando por completo su llamado aceleré un poco el paso. Ahora no podía verle, no con todas mis emociones a flor de piel, honestamente no sabía que ocurría en estos momentos conmigo, por un lado las ganas de llorar por la frustración y el resentimiento me inundan y por otro la alegría de comprobar que aún existe interés y preocupación hacia mí de su parte no me deja pensar con claridad el actuar de mis acciones— ¡Kim!— alza un poco su voz llamándome nuevamente, más no me detengo en ningún momento. No le vuelvo a escuchar más, lo que me hace pensar que se ha rendido.

Respiro profundamente al mismo tiempo en que cierro mis ojos con brevedad, un alivio se expande por todo mi cuerpo.
Continúo mi trayecto aún con un nudo de pensamientos atacándome sin cesar, cuando estoy por llegar a la esquina puedo sentir y escuchar el parar de un auto a mi lado izquierdo. Por instinto llevé mi atención a él, pero bastaron unos segundos para regresarla al frente.

— Sube— formuló tomándome desprevenida. No hice caso y simplemente retomé mi marcha. Muerdo mi labio inferior al verle comenzar a seguirme en el coche despacio— Sube— repitió, esta vez le observé.

— Tomaré el autobús, gracias.

— Es tarde, sabes perfectamente que ningún autobús pasa a esta hora— contradijo.

|| WITCH || Choi ChanheeWhere stories live. Discover now