014

54 6 2
                                    


Salir a caminar y despejarme era lo único que en estos días me había permitido mantenerme más relajada, sin embargo, era consciente del peligro que eso implicaba, lo cual me frustraba demasiado.

La situación no estaba mejorando y seguíamos sin dar con el paradero del señor Kang. Los vampiros habían estado acechando y merodeando estos rumbos con mayor frecuencia según me había informado Changmin. Sinceramente, hasta la fecha, no era capaz de percibir a ninguno de ellos, y se suponía eran fáciles de detectar en el mundo humano, específicamente a través de su mirada. Desconocía como poder hacerlo aún, pero estaba trabajando en ello con mayor esmero.

Afortunadamente no se había reportado ningún accidente misterioso en noticias que me hiciera intuir era por causa de esa especie, pero no podía confiar en que eso permanecería así por siempre.

Por reflejo logré frenar justo cuando cambió el semáforo a rojo, esas eran cosas que podían pasarme cuando me encontraba pensando de forma distraída. Respiré aliviada y observé hacia el frente ahora con atención, fue imposible que mis ojos no se posaran en aquella mujer rubia, completamente familiar, que me veía fijamente desde el otro lado de la cuadra. Era la tercera vez que me topaba con ella observándome de esa forma, tan seria y fría, en un lugar totalmente distinto.

Ello comenzaba a inquietarme, ¿quién era esa mujer?, para nada me parecía casualidad en estos momentos. Admitía que su presencia no me trasmitía la mejor de las vibras, pero tampoco podía simplemente suponer cosas.

Sentir a alguien tras de mí y, por consiguiente, una mano en mi hombro me quitó todo rastro de paz, lo cual me impulsó a actuar por inercia.

— Auch, buena defensa, excelente, vamos mejorando.

— Oh, eres tú. Me tomaste desprevenida, lo siento— formulé apenada y algo aturdida, para después soltar su brazo.

— No te preocupes, es bueno estar alerta ante cualquier situación, tú misma lo dijiste hace unos días, ya nada es seguro.

— Agradezco la comprensión— luego de decir ello observé a mis espaldas nuevamente en busca de aquella mujer, pero para mi mala fortuna ya no estaba, se había ido.

— ¿Buscas algo?— curioseó Joochan a mi lado, observando hacia la misma dirección.

— No, no es nada, creí ver a alguien, pero no era nadie, olvídalo— sonreí para él luego de mirarle— ¿Qué te trae por estos rumbos?— decidí cambiar el tema por el momento, sabía que quizás había que hacérselo saber, pero primero tenía que estar segura.

— Simple acompañamiento, eso es todo.

— Quedamos en que no era necesario que me cuidases en todo momento, de verdad-

— Lo sé Nabi, pero es mi trabajo, velar por tu seguridad, solo eso.

— Entiendo, pero ¿no es algo cansado para ti?, has estado viniendo por más de dos semanas.— ello era verdad, en algunas ocasiones se quedaba fuera de mi casa a vigilar hasta altas horas de la noche. No era sano, al menos para mí— Puedes ir a descansar, en serio que he practicado y trabajado para ello.

— Me encuentro perfectamente bien señorita Kim, no tiene por qué preocuparse, repito, solo hago mi trabajo.— me fue inevitable no sonreír ante su tono de voz.

— Bien, en ese caso, no me vendría mal tu compañía para tomar un café, ¿te gustaría venir?— este solo ensanchó su sonrisa mientras asentía en el acto.

Hong Joochan, encargado de sobre guardar mi seguridad en estos momentos. Alegre y simpático, atento y servicial, ese era el tipo de chico que mostraba ser ante mis ojos.

Actualmente no éramos tan cercanos, pero podía darme cuenta de su maravillosa forma de ser al entablar conversaciones con él. Me sentía a gusto y cómoda, no había pasado eso en un buen tiempo, no desde que conocí a Hye y San.

(..)

— ¿Y bien? ¿qué te pareció?— curioseé cuando emprendimos camino de regreso a casa. El sol ya se había escondido y ahora solo podía observar un bonito cielo estrellado junto a una media luna.

— Excelente, a decir verdad, muy bueno. Mi café estaba delicioso, y no es fácil que esas palabras juntas salgan de mi boca, verás, suelo ser algo exigente con ello— reí un poco al ver el gesto que me brindó.

— Bueno, entonces es fantástico— este sonrió ampliamente ante mi comentario— Me alegra haber contribuido con un nuevo cliente.

— Oh eso es seguro, si.— asintió enseguida— ¿Vienes a menudo, cierto?

— Si, cada vez que puedo. Conozco a los dueños del lugar, por lo que me es cómodo ir, además todo es muy delicioso, no hay como negarse— sonreí.— ¿Y tú? ¿qué lugares sueles frecuentar?

— Honestamente soy de visitar lugares tranquilos, donde puedo relajarme y olvidarme de todo— contó mientras observaba al frente.— Ya sabes, lugares que te permiten deshacerte del estrés acumulado.

— ¿Hay algo que te preocupa en estos momentos?— me atreví a preguntar, luego de percatarme de que su alegría se fue apagando conforme hablaba.

— Sería grandioso si viviéramos sin ellas, desafortunadamente, creo que son cosas de las cuales no podemos escapar, solo afrontar, para poder seguir adelante.

— Eso no quita el peso que se siente y cuánto pueden afectar— añadí, haciendo que su mirada conectase con la mía nuevamente— No soy tan fuerte como quisiese serlo.

— Entonces creo que estamos en el mismo barco linda— ello me sorprendió— Tener conflictos con mi familia no es algo que precisamente me enorgullezca confesar, sin embargo, es una realidad.

— ¿Tienes hermanos?— indagué buscando algo que volviese a colocarle una sonrisa en su rostro.

— Una hermana mayor— respondió con un tono frío, desviando su mirada.

— No era mi intención-

— No te preocupes— me observó a los segundos— Nuestra relación no es buena, no obstante, sigue siendo mi familia.— agregó, dejándome sin saber qué más decir. Gratamente para llegar a casa bastaba solo una cuadra.

Pensé en guardar silencio por el resto del camino, porque realmente no quería seguir incomodando, pero me parecía grosero el hecho de no decir palabra alguna mientras íbamos uno al lado del otro.

— Joochan..— pronuncié tras unos minutos.

— ¿Mmh?— regresó brindándome su atención.

— Me gustaría acompañarte a uno de esos lugares— sonreí para él, observando una ligera confusión en su rostro— ¿Podría?

— Claro— sonrió, captando ahora todo— Me encantaría.

— Okay, en ese caso es un hecho— paré mi andar al llegar a mi hogar, para después colocarme frente a él.— Gracias por hoy, buenas noches.

— Buenas noches Nabi, descansa.

________________________________________________________________

Yiss XOXO ❤️

|| WITCH || Choi ChanheeWhere stories live. Discover now