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Habían pasado algunos días desde el encuentro de Molly y Avery. Habían pasado días desde que la señora Weasley le había enviado una carta a la misma Hermione Granger para que fuera a visitarlos.

Cuando Ron abrió la puerta, la castaña se encontraba con una maleta y una cara soñadora en el rostro.
-Que haces aquí?- le preguntó este algo confuso.

Hermione se extrañó al ver esa actitud en el pelirrojo. Por qué estaba tan distante? Y lo más importante, como es que la podía mirar a la cara sin ponerse nervioso? Es que... ya la había superado?

-Hermione?- preguntó Ginny algo confundida también.- Que... que haces aquí?
-Vaya... parece que no sabíais que venía. Molly me ha invitado a pasar unos días.- dijo algo perdida.

Ron rodó los ojos y se fue a su cuarto de nuevo, pensaba en algún reto de la lista para hacer... pero qué? Bañar a Zeus seria una buena opción... por qué pondría un reto tan fácil?

Eso daba igual, una sonrisa volvió a aparecer al recordar que se habían besado y que ella confiaba en él para cumplir todos los retos.

Al bajar de nuevo, Hermione y Ginny charlaban tranquilamente en el sofá.
-Que número harás hoy?- le preguntó la pelirroja con una sonrisa divertida.

-La nueve, nos vemos!- dijo enseñándole la lista para irse de la madriguera contento.

Hermione frunció el ceño.
-La nueve? Quien es Zeus?- preguntó algo confusa y perdida.- Parece que han pasado demasiadas cosas desde que me fui.

-La verdad es que si, Ron está ocupado cumpliendo una lista para poder salir con Avery.- dijo Ginny riendo.

La castaña miró a otro lado procesando lo que acababa de escuchar. Avery? La misma Avery Jensen amiga de Viktor su novio?
-No me digas que Ron y ella...- empezó a decir pero al ver la cara de la pelirroja abrió los ojos.

-Es increíble, realmente Ron se está tomando la lista muy enserio.- dijo ella mirándola.- Va todo bien?
-Claro que si, me alegro por él...- dijo Hermione cambiando de tema.

Ginny miró de reojo a la castaña y algo le decía que estaba celosa. Por qué? Ni ella lo entendía, se suponía que Hermione salía con Viktor, por que molestarse por que Ron trate de ser feliz?

Avery por otro lado se encontraba recogiendo unos archivos en secretaría. Le había enviado una carta a su madre acerca de su supuesta nueva pareja pero aún no había recibido respuesta.
-Veo que ya tiene los papeles listos.- dijo el mismo Reynhard detrás de ella, asustándola y poniéndola muy nerviosa.- No cree que debería tomarse un respiro, señorita Jensen?

Avery sintió como el hombre respiraba detrás de ella, y sabía lo que intentaba hacer.
-Le pediré amablemente que se aleje de mi.- dijo ella sin moverse.- No se lo volveré a repetir.

-Es que la pongo nerviosa?- preguntó este.- Dígame señorita Jensen. Esta incomoda con mi... presencia?- dijo mientras le apartaba un mechón de pelo de la cara.

Entonces, la chica recordó lo mal que lo había pasado por culpa de los estúpidos novios de su madre. Recordó lo mal que se sentía todas las noches y recordó que ese había sido el motivo de su mudanza.

-He dicho que se aleje de mi!- gritó ella abofeteándolo muy fuerte, con toda su fuerza, suficiente para dejarle la marca de su mano en la cara del hombre.

Reynhard la tomó del cuello furioso.
-Mira niñata, he intentado ser amable contigo pero parece que tendremos que hacerlo por las malas... creías que pegándome conseguirías librarte de mi?- le preguntó con una sonrisa maniática.

-Solo te importa el dinero, ya me sé el cuento imbécil.- dijo ella intentando mostrarse fuerte.

El hombre sonrió.
-Sabes por que estoy aquí cierto?- le preguntó directamente.- No podré manipular a la reina pero... al peón si.
-Y usted es muy tonto si cree que yo soy un peón.- dijo ella furiosa.- Voy a arruinar su vida tan miserablemente que deseara irse por donde ha venido, no me subestime.

-Necesitaras más de una prueba para despedirme dado que soy tu jefe.- dijo soltándola de golpe con brusquedad.- Suerte con ello preciosa.

Avery volvía a quedarse sola en secretaría con los papeles en el suelo. Sabía que ese hombre tendría que irse de inmediato así que no perdió el tiempo en volver a casa para enviarle una carta a su madre.

De camino allí, pensaba en todo lo sucedido. No quería que volviera a pasar, no podría soportarlo más.

Una de las razones por la que Nicole estaba soltera era el dinero, el poder. Todos deseaban a esa mujer por el dinero claro.

Todos los hombres con los que ha estado han sido un fraude, cada uno de ellos.

Siempre recordaría cuando era una niña feliz de doce años viviendo con su madre tranquilamente. Siempre recordará a uno de los tantos pretendientes de Nicole, que la tomaba por sorpresa agarrándola hacia su habitación y toqueteándola.

Diciéndole lo muy bonita que se veía y lo mucho que le gustaba regalándole vestidos cortos y peinándola, recordaba como ella, era su muñeca.

Sin notarlo, los ojos empezaron a humedecerse a cada paso que daba, hasta llegar a su casa, sin embargo, delante de su puerta había alguien.
-Oh cielos...- dijo ella intentando secarse las lágrimas.

-Avery? Que ha pasado?- preguntó Ron preocupado de verla llorar.- Dime que ha pasado.

La chica solo lo abrazó sintiéndose algo mejor en los brazos del pelirrojo.
-Estoy aquí... estoy contigo.- dijo este acariciándole el cabello cuidadosamente.

-Gracias... pero que, que haces aquí?- preguntó ella levantando la mirada y encontrándose con los ojos de Ron.
-Bueno... venía a bañar a Zeus, pero como no estabas en casa he decidido esperar a que llegaras...- dijo sacándole una sonrisa.

-Veo que estas ocupado con la lista...- dijo ella mirándolo.- Quieres... quieres pasar?- le preguntó ignorando el echo de que estaba llorando.

El pelirrojo quería saber que le sucedía a la chica... pero no quería presionarla.
-Así que dime... por qué has puesto un reto tan fácil como bañar a Zeus?- preguntó.

En ese momento, miró al canino que le enseñaba los dientes en forma de amenaza.
-Por qué es prácticamente imposible bañarlo. No le gusta el jabón, el baño ni mojarse.- dijo la chica con una sonrisa algo triste.

Avery se sentó en el sofá cansada, disgustada y sobretodo con miedo. No le gustaba estar así. Se sentía inútil y cobarde.

Sin embargo sintió como Ron se sentaba a su lado y le tomaba la mano.
-No se lo que ha sucedido... pero no me iré hasta que te encuentres bien, si quieres... y me dejas claro.- dijo algo nervioso.

Ella sonrió mientras lo abrazaba de nuevo sintiendo que todo lo malo era de menor importancia. Ron la alejaba de todo lo horrible.
-Me encantaría que me acompañaras.- dijo ella mirándolo.- Si quieres... claro está.

Ambos chicos miraron a Zeus quien saltaba de alegría dando el visto bueno. Ron podía quedarse a dormir.

my only exception (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora