my only exception (Ron Weasley)

32

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Avery miró a Ron, Ginny, Harry y Fleur quienes se encontraban subidos en su avioneta.
-Estáis súper seguros que queréis hacer esto?- preguntó ella.

Todos asintieron menos Ron quien estaba de los nervios.
-Bien... quiero que sepáis las reglas básicas. El paracaídas es, como su nombre indica, un artefacto diseñado para frenar las caídas mediante la resistencia generada por él mismo al atravesar el aire del cielo, logrando una velocidad de caída segura y prácticamente constante.- dijo ella enseñándole las mochilas, con las que se tirarían.

-Avy, ya lo sabemos, solo queremos tirarnos!- dijo Ginny emocionada.

-Bien, Ron... podrías leer la prueba número cinco?- preguntó ella con una sonrisa.

El pelirrojo sacó la lista y la leyó delante de todos los presentes.
-Número cinco, tirarse con un paracaídas, odio que tengas tanta imaginación.- le dijo algo fastidiado y con miedo.

Avery asintió emocionada.
-Bien, si queréis... puedo saltar primero, para que veáis que no es peligroso.- dijo ella.
-Esta bien.- dijo Ginny encogiéndose de hombros.- Mientras no mueras...

Avery sonrió mientras empezaba a retroceder lentamente, hasta quedar en el bordillo, a pleno cielo.
-Avery! Solo quiero decirte que te quiero.-
le dijo Ron muy nervioso.

La chica rodó los ojos y se dejó caer finalmente haciendo que todos los presentes se asustaran.
-Avery!?- preguntó Ron muy asustado.

-Corre Ron, tírate a buscar a tu chica!- le dijo Harry de broma, sin embargo abrió los ojos cuando vio que el pelirrojo se acababa de tirar en busca de ella.

El azabache abrió los ojos mientras se asomaba a ver, sin embargo cuando estuvo lo suficientemente cerca del borde, Ginny lo empujó.

Fleur y la pelirroja se miraron entre sí para sonreír y saltar a la vez.

Fred, George, Bill, Victorie y Molly junto con Zeus quienes estaban algo preocupados por ellos, los esperaban en tierra firme.
-Creéis que lleguen de una pieza?- preguntó George intentando bromear par acortar la tensión.

-Si... imagínate que uno de esos paracaídas está roto.- dijo Fred sin embargo sintió como Bill le golpeaba en el brazo.
-Allí!- gritó Victorie viendo minúsculas personas cayendo hacia el suelo.

-Avery mierda! Dime que estás bien!- le gritaba el pelirrojo.

La chica miró a Ron con una sonrisa.
-Lo has hecho! Ahora tira de la cuerda de la derecha!- le dijo ella haciendo que Ron la tirara completamente y su paracaídas se abriera por completo.

Ginny y Harry hicieron lo mismo, quedando solo Fleur y Avery sin abrir el suyo.
-Esto es incgeible!- gritó la francesa disfrutando al máximo.

-Mia esto!- dijo Avery empezando a hacer volteretas en el aire.- Me alegro que te haya gustado!

Ambas chicas finalmente abrieron su paracaídas parando por completo y empezando a caer lentamente.

La chica intentó visualizar al pelirrojo sin embargo pudo escucharlo gritar.
-Avery Jensen! No vuelvo a hacer esto en mi vida, entiendes!?- le dijo este haciendo reír a la chica.

Una vez en tierra, todos se desasieron de las mochilas y las protecciones, vieron como los gemelos, Bill, Victorie y Molly se acercaban a ellos, y con ellos Zeus.

Cuando Ron tocó el suelo, simplemente sus piernas no le funcionaron. Se cayó al suelo aún con la respiración entrecortada.
-Eres... como!? Como podéis caminar!?- preguntó este desde el suelo.

Rápidamente el perro se tiró encima del pelirrojo a lamerlo mientras movía la cola.
-Hola amigo, me has extrañado eh?- preguntó Ron más tranquilo.

Avery por otro lado solo se agachó a la altura de Ron quien aún acariciaba a Zeus.
-Quiero que sepas... que solo te queda uno por cumplir.- le dijo ella con una sonrisa mientras lo abrazaba.

-Chicos...- dijo la voz de Harry interrumpiéndolos.

Y ahí, se encontraba Hermione Granger algo nerviosa mirando a ambos chicos.
-Que haces aquí?- le preguntó Ginny algo brusca.- No te habías ido?

-Necesito hablar con Ron y Avery, a solas.- dijo ella mirando a los chicos quienes aún se encontraban en el suelo.

-No, no queremos hablar contigo.- le dijo Ron molesto, sin embargo Avery se levantó.
-Esta bien.- dijo ella.- Hablaremos pero que sea algo rápido, no quiero volver a lo mismo.

-Segura?- le preguntó Ron intentándose levantar.- No tienes que hacerlo...

Avery asintió y miró a Hermione.
-Bien, pero no esperes que tomemos algún café o algo, hablaremos aquí.- dijo ella.

-Bien, chicos será mejor que nos vayamos.- dijo Molly avisando a todos quienes bufaron pues querían escuchar el drama.

Cuando se quedaron solo los tres, Avery acabó de ayudar a Ron a levantarse completamente.
-Antes que nada, quería pedir perdón, a ti Avery... por haber creado toda esta discusión, en serio, lo siento mucho.- dijo ella algo nerviosa.

La chica asintió, sin embargo no le dijo nada. No creía necesario decir nada ante eso. La perdonaba y punto, no tenían que volver a ser amigas.

Hermione miró a Ron quien aún se sujetaba del hombro de Avery por la reacción del paracaídas.
-Siento haberte puesto en esta situación, y siento casi haber roto la relación que tenéis, no espero que que volvamos a ser amigos... pero a lo mejor personas que se llevan bien entre ellas.- dijo ella ofreciéndole su mano como trató de paz.

Ron miró de reojo a Avery quien no parecía estar nada amenazada por ella.
-Bien.- dijo aceptando la mano.- Supongo que eso es todo.... adiós.

La castaña les sonrió débilmente para irse finalmente dejando a Ron y Avery solos.
-Personas que se lleven bien entre ellas?- preguntó Avery con una sonrisa mirando a Ron.

-No tengo ni idea de lo que quería decir... sin embargo ahora... estoy solo a un paso de poder llamarte mi chica.- dijo atrayéndola a él con una sonrisa.

-Oh vamos... yo ya soy tuya desde hace mucho tiempo.- dijo ella acercándose a sus labios con intención de besarlo.

Sin embargo, unos llantos, más bien chillidos hicieron que ambos se separan preocupados.
-Zeus.- dijo Avery empezando a buscarlo.

-Zeus!? Zeus!?- gritaba Ron intentando encontrar al perro.- Donde estas.... Zeus!?

El corazón de Avery latía rápido, pensando que esos llantos eran de su perro, por que lo había dejado solo!? Eso era su culpa... y ahora Zeus podía estar en peligro.
-Zeus!?- dijo ella sin evitar llorar.

Los llantos y chillidos volverían a aparecer haciendo que la chica rápidamente corriera hacia el origen.

Cuando vio la escena delante de ella, no evitó gritar mientras socorría hacia su perro, ahora en el suelo.