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-Te quiero Ron, eres todo para mi.- le dijo ella mientras se lanzaba hacia él para besarlo.- Eres el mejor, te amo, te amo...

-Yo también te amo, Avery.- le respondió este con una sonrisa feliz mientras la abrazaba y le daba vueltas, haciéndola reír.

La chica entonces empezó a lamerle la cara, provocando que Ron frunciera el ceño algo confundido. Que le pasaba?

El pelirrojo abrió los ojos algo confuso y se dio cuenta de quien tenía encima era Zeus que no paraba de lamerle la cara.

Miró al rededor y se dio cuenta de que se encontraba en el sofá tan cómodo de la casa de Avery. Qué?

Cuando quiso mirar a su lado, la chica dormía en el otro sofá tranquilamente. Sonrió al verla dormida, era adorable y gracioso.

Al sentarse en el sofá, acarició a Zeus quien movía la cola contento sin embargo sin hacer ruido. Lo que el pelirrojo no tuvo en cuenta, fue que el canino tomó su zapato.
-Zeus... devuélveme eso!- le dijo en un susurro.

Genial, la zanahoria gigante ya quería jugar y eso a Zeus le encantaba, pero también quería jugar con Avery... rápidamente se acercó donde su dueña dormía.
-No! No... no... Zeus!- le decía este intentando tomar su zapato.

El perro se subió encima de ella con el zapato en la boca, oh no... eso era malo. Ron esperó unos segundos rápidos y se inclinó para atrapar su zapato.

Para Zeus fue algo lento, pues el pelirrojo se cayó encima de Avery quien se despertó algo sorprendida no obstante... no se quejaba.
-Buenos días...- le dijo ella a lo que el pelirrojo sonrió algo nervioso.

-No es lo que piensas... te juro que no...- empezó a decir nervioso pero cuando sintió los suaves labios de la chica juntarse con los suyos... todo había valido la pena. Y menuda manera de despertarse...

-Que tienes pensado hacer hoy?- le preguntó ella con una sonrisa mientras se levantaba del sofá y estiraba las piernas.

Ron quien aún estaba en shock por ese beso, pequeño, pero tan bueno... diablos, era mejor de lo que podía haber soñado.
-Es que... Avery... no creo poder hacer la cinco.- dijo algo temeroso.- Sin embargo... hoy haré la número nueve y la uno.- dijo guiñándole el ojo.

La chica levantó una ceja y miró a Zeus quien aún tenía el zapato en su hocico.
-Suerte con ello mago de perros.- le dijo mientras iba a la cocina.- Quieres algo de comer?
-Sabes que siempre.- le dijo este siguiéndola.

Avery preparó tostadas junto con un zumo de naranja fresco. Mientras lo hacia... notó como Ron buscaba algo con su mirada.
-Ella... es tu madre?- preguntó finalmente.

-Nicole Jensen... si, es mi madre.- respondió ella mirando una foto de las dos.- Asustado?
-Solo un poco... creo que dejaré el numero quince para otro día...

-Bien... y tienes pensado como hacer el doce?- preguntó de repente ella mirándolo de manera divertida.
-No, ni lo menciones. No... yo... creo que es la cosa más difícil que podrías haberme pedido.- dijo Ron algo preocupado.

Avery se empezó a reír mientras le dejaba la correa de Zeus en las manos del pelirrojo.
-Entonces... harás el nueve?- preguntó ella.

-Si... solo será bañar a Zeus.- dijo este encogiéndose de hombros provocando que el perro empezara a enseñarle los dientes y empezara a ladrar.- No... mejor haré el uno.

-Suerte con ello, literalmente.- dijo rodando los ojos.- Supongo que ya nos veremos, Ginny me ha dicho que quería ver de nuevo a este grandullón así que... hasta más tarde Weasley.

Ron sonrió como bobo al verla marcharse y se quedaba solo. Entonces empezó a darse cuenta de la realidad.
-Necesito ayuda.- dijo este cuando entró a Sortilegios Weasley encontrándose con los gemelos.

-Ayuda? Para qué?- preguntó George algo preocupado.- Va todo bien?
-Va más que bien... y va fatal.- dijo este muy preocupado.- No se como conseguiré superar el reto.

Fred frunció el ceño mientras analizaba detenidamente a su hermano pequeño.
-Espera... tu y Avery ya os habéis besuqueado, verdad?- le preguntó con una sonrisa pícara.

-Si... pero ese no es el tema! Necesito ayuda, vuestra ayuda... para encontrar un trébol de cuatro hojas.- dijo haciendo que George le entregara uno de juguete.- No... no, tiene que ser real.

-Para que exactamente?- le preguntó Fred.
-Para la lista de Avery.- dijo Ron haciendo que los gemelos se miraran entre sí.

-Bien, te ayudaremos a conseguir tu trébol.- le dijo George rodando los ojos divertido.

Los tres pelirrojos fueron al bosque por que según Fred, allí abrían muchos escondidos debajo de los troncos.

George y Ron buscaban entre los hierbajos cuando el grito de alegría de Fred se hizo presente entre ellos.
-Lo tengo! Mirar chicos! Lo tengo!- dijo enseñándoles una seta haciendo rodar los ojos de su gemelo.

-Fred! Estamos buscando tréboles, sabes acaso lo que son?- preguntó este tomando la seta y tirándola al suelo para pisarla.

-Pero... pero la seta... tenía un trébol de cuatro hojas pegado.- dijo este mirando ahora lo que podía considerarse puré de seta.

Ron abrió los ojos para buscar la hoja sin embargo cerró los ojos del estrés al ver el trébol partido en dos.
-Por qué no lo has dicho!?- preguntó este mirando el trébol, ahora roto.

-Y como es posible que encuentres un trébol de cuatro hojas en tan poco tiempo?- preguntó George frunciendo el ceño.
-Es un don... supongo que soy irresistible a los tréboles de cuatro hojas.- dijo riendo.

-Bien, entonces usa tu poder para... encontrar otro.- dijo Ron volviendo a mirar al suelo.
-En realidad ahí no creo que haya ningún trébol de cuatro hojas.- dijo Fred con las manos en sus bolsillos.

-Qué?- preguntó Ron.
-Que los tréboles tienen sentimientos, vienen a ti si no los buscas, si te pasas horas en busca de uno... no encontrarás nada.- dijo este con una sonrisa.

George y Ron se miraron entre sí pensando que eso era algo nuevo de Fred, cada día era más raro.
-Llevamos cinco minutos sin hacer nada y no veo que tréboles de cuatro hojas vengan a mi.- dijo algo cansado Ron.

Fred intentaba no reír esperando que se dieran cuenta de lo idiotas que estaban siendo. George por otra parte pensaba en lo que estaba intentando decirle Fred.

Y cuando se dio cuenta, también sonrió para sacar su varita.
-Accio, trébol de cuatro hojas.- dijo este haciendo que unos cincuenta tréboles aparecieran delante de ellos.

Ron miró a Fred quien aún lo miraba con una sonrisa burlona. Tomó un trébol y rodó los ojos.
-Ni una palabra.- dijo para empezar a marcharse.
-No he dicho nada...- dijo este encogiéndose de hombros.

Si... Fred podía ser raro pero no era nada tonto.

my only exception (Ron Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora