CAPITULO 9: LA MENTIRA

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Esa primera semana que pasamos en Londres fue totalmente perfecta. El amor estaba en el aire. Tom me llevo a pasear por las calles de Londres, era tan hermoso que el me mostrara su ciudad. Tom y yo estábamos cada vez más enamorados y felices juntos.

Estaba terminando de acomodar los rizos de mi cabello cuando tocaron a la puerta. No podía ser Tom, aun faltaban veinte minutos para nuestra cita. Me levante y abrí la puerta, he de admitir que me sorprendió mucho ver a Maribel ahí.

— Mari—dije con una sonrisa—pasa—me hice a un lado y la deje entrar. Mari entro tronándose los dedos de la mano. Oh no, algo no estaba bien, solo hacía eso cuando estaba nerviosa— ¿Esta todo bien? —pregunte cerrando la puerta.

—Si—dijo con una sonrisa fingida— ¿podemos salir? Solo… tu y yo… a tomar un café.

—Bueno es que estoy a punto de tener una cita con Tom.

—Hace mucho tiempo que no salimos tú y yo. Te estás olvidando de tu amiga que está a punto de casarse.

—Sabes que no es así—suspire— bien iré contigo pero ¿y Tom?

—Le diré a Ben que lo invite a salir por ahí.

—Está bien, vamos.

Cuando salimos de mi cuarto nos encontramos con Tom y Benedict. Entre los cuatro hablamos y Benedict termino llevándose a Tom a tomar unos tragos mientras Mari y yo salíamos a tomar un café.

Mari y yo paseamos por las calles de Londres e hicimos unas cuantas compras para su boda. En todo el momento siempre la vi un tanto nerviosa, como si quisiera decirme algo pero no pudiera. Al terminar las compras fuimos a un Starbucks para tomar un café. Seguimos platicando por más tiempo, ella estaba emocionada y feliz por su boda con Benedict que sería en tan solo unos días más. Comencé a contarle a Mari lo bien que me la estaba pasando con Tom en Londres y que todo esto era un sueño hecho realidad para mí.

—No sabes lo feliz que estoy Mari—dije con una sonrisa—estoy tan enamorada de Tom, nunca pensé en encontrar a alguien como él, es perfecto, siento que es todo lo que siempre quise—Maribel me miro con dolor en su mirada.

—Lo siento amiga pero… ya no puedo esconderte esto—fruncí el ceño desconcertada por las palabras de Mari.

— ¿De qué hablas?

—Hay algunas cosas que tienes que saber de él.

— ¿Qué?

—Andrea…—ella suspiro pesadamente—Tom te ha estado engañando…

No me creía las palabras que Mari me estaba diciendo. ¿Tom estuvo engañándome? ¿Con quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¡¿Por qué?!

— ¿Con quién? —pregunte con fingida calma.

—Con Kat.

—No es cierto—reí fingidamente. No me creía que Tom me estuviera engañando. No era verdad. No podía ser verdad.

—Es cierto—Mari tomo mi mano—Benedict y yo los vimos besándose una vez que llegamos a la casa de Tom.

—No, no es cierto Mari—sentí que los ojos me ardían anunciando las lagrimas—él… él no puede hacerme esto… ¡él no lo haría! ¡No me mientas!

— ¿Te he mentido alguna vez?

Me quede pensando. Mari siempre había sido mi amiga, teníamos años conociéndonos. Ella… jamás me mentiría. Solo que es imposible imaginando a mi dulce Tom engañándome.

—Mari vámonos a casa—le pedí mientras me levantaba de la silla.

Nos fuimos del Starbucks y llegamos a casa de Tom. Benedict y Tom aun no llegaban de su paseo. Mi mente estaba tan confundida y mi corazón estaba turbado por aquella noticia impactante. Había subido a mi habitación pero al pasar por la puerta de la habitación me detuve en seco. Necesitaba respuestas.

Abrí la puerta de la habitación, lo primero que vi al entrar fue el celular de Tom en su cama. Tome el celular de Tom y me senté en la cama. Era momento de saber la verdad. No tuve que esperar mucho para saber la verdad. Al momento de ver la pantalla tenía un mensaje reciente de Kat que decía:

“No me hagas esperar más por ti Tom. Ven a mis brazos, extraño el calor de tu cuerpo. Te amo.”

Mari tenía razón. Tom… me engañaba con Kat. Me tape la cara y comencé a llorar y a sollozar. No podía ser. ¿Por qué lo hizo? Tantas veces que dijo que me amaba. ¿Por qué lo hiciste Tom? Él era el hombre más perfecto para mí sobre la faz de la tierra. Pero la venda se me había caído de los ojos y me había dado cuenta que Tom era como todos los hombres, engañador y mentiroso. Me duele tanto amarlo de esta manera y saber que el me traiciono. Solo fui un juego para él. La tonta chica que se enamoro del chico imposible. La chica normal que se enamora de la superestrella. El típico cliché que terminaba con el corazón roto.

Obsessed 2: Me without youWhere stories live. Discover now