Los personajes de Tokyo Revengers no me pertenecen, le pertenecen a su respectivo autor, Wakui Ken.
Algo diferente y será el único femreader que me verán escribir
Pimpollos lo siento, pues he estado algo ocupado y cansado, hace unos días llegó un nuevo miembro a la familia y créanme que soy la persona más feliz en estos momentos, tengo un hermano menor y es tan lindo, realmente trataré de actualizarles, no quiero dejarlos sin OS tan seguido.
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Akimatsuki Nath. Edad: 15 años.
El humor definitivamente no es lo mío, lo siento si no quedo como querías bella pimpollo.
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Estaban en un restaurante de comida rápida, la chica se encontraba comiendo en medio de los gemelos, ya que eran número impar y era mejor así según ellos.
~Queremos que conozcas a nuestra madre.— La chica se atragantó, no pensó que Nahoya lo soltará así de repente, Souta se asustó y le dió de su bebida.— ¿Q-que?.— Smiley acariciaba su espalda para ayudarla.
~Esta noche, dijo que quería conocerte.— Respondió Souta como si nada, si le agradaba la idea pero le daba nervios a la vez.— O sabes, ¿Por qué no vamos ahora?, No tenemos nada que hacer.— La azabache aún seguía masticando su alimento, daba mordiscos despacio.
~¿Si quieres Nath?.— Los dos la tomaron de las manos y ella volteo a verlos.— A-ahm s-si, me asusta porque tal vez y no le caigo bien, ya saben.— Rió un poco y sus manos sudaban.— Ella te amará, es hora de irnos.— Nahoya se levantó pues estaba al principio del asiento, tomo la mano de Nath y ella aún estaba tomando su bebida.
~Pero no he terminado.— Souta se había encargado de tomar sus alimentos y ponerlo en la bolsa que les habían dado.— Lo puedes terminar en casa, vámonos.— Souta la empujó por detrás para que empezará a caminar, ella solo se lamentaba por tener de pareja a un par de energéticos.
~¿Estaría bien llevarle unas flores y un pastel?.— Pregunto la fémina viendo dos tiendas en particular, eran las favoritas de su madre y quería llevarle un presente a su suegra.— No es necesario nena, estará bien así.— No hizo caso a lo que dijo Nahoya y entro a la florería, ahí apareció un joven de hebras azules.
~Pero si es Nath-chan, ¿Algo para tu madre?.— Souta y Nahoya fueron detrás de ella, y vieron lo amigable que estaba ese desconocido para ellos.— Hola Akira-kun, ahora es algo para mi suegra, ¿Que me recomiendas?.
~Un girasol sin duda, deja te lo preparo.— Akira se fue a la bodega y ellos se quedaron ahí viendo el lugar, más bien los gemelos miraban el lugar atentos a cualquier movimiento.— ¿Desde cuándo lo conoces?.— Pregunto Souta a su lado.
~¿Hmm?, Les hable de él somos amigos de la infancia y su familia es dueña de esta tienda, ¿Acaso no me escucharon cuando les hable de él?.— Los dos se voltearon a ver y se asustaron cuando la oyeron suspirar.— Aquí tienes.— Akira le entrego el girasol y pago, así saliendo de la tienda sin decirles nada a los gemelos.
~¿Será que está enojada?.— Pregunto Souta cuando salieron, así buscándola con la mirada cuando vieron que entró a otro local, era una pastelería.— Seguro que si, recuerdo que si nos hablo de él y de otro más, mejor hay que ir con ella antes de que se vaya.
Entraron a la pastelería y ahí la vieron al lado de un pelirrojo, se acercaron a ella y la tomaron por la cintura, Nath solo suspiro y Asa solo rió por ver la situación de su amiga.— De verdad que son celosos, no estoy interesado en Nath, yo tengo pareja y es el chico de la florería que visitaron hace poco.— Los gemelos se sorprendieron y la soltaron.
~Debemos irnos, nos vemos luego y tal vez tomemos té algún día, como antes.— La chica tomo a los dos gemelos para salir del lugar, parecían perritos regañados.— ¿No confían en mi acaso?.— Pregunto cuando ya estaban fuera.
~No confiamos en las otras personas, pueden ser impredecibles.— Respondió Nahoya, quien tomo las compras de la chica.— Mejor vámonos porque se nos hará tarde.— Souta la tomo de la mano mientras Nahoya iba detrás de ellos.
[...]
Ya estaban en la residencia de los Kawata, la fémina se le había pasado la molestia pero ahora mismo estaba realmente nerviosa por lo que pasaría, los gemelos la tomaron de la mano y la encaminaron hacia la sala, dónde se encontraba su madre.
~¡Aquí está Nath!.— Dijeron al unisono dándole un susto a su madre y a la azabache.— Dios, no hagan eso y asustan a la pobre chica, y a su propia madre.— Se levantó del sofá para acercarse a la azabache, la cual estaba completamente nerviosa.
~Esto es para usted.— La chica le arrebato las cosas a Nahoya y se las entregó a la mayor, la cual sonrió por lo linda que esa era chica.— Realmente te agradezco pero no debías, es mucho que estés soportando a estos dos, ven vayamos por una taza de café.
La tomó por el hombro dirigiendola hacia la cocina, Nahoya y Souta estaban sorprendidos por la facilidad que le tomó el tratarla así.— ¿Nosotros también estamos invitados?.— Pregunto el mayor, iban detrás de ellas.
~Ustedes la tienen todo el día, por lo menos dejennos una plática de chicas, fuera de la cocina.— Nath solo rió al verlos sin ánimos cuando fueron corridos de la cocina, los amaba demasiado.— Gracias por estar con ellos, se nota que ellos te aman demasiado y tú a ellos.
~No tiene porqué agradecerme, me encanta estar con ellos.— Las dos sonrieron y la mayor sirvió el café junto con el pastel, la azabache se miraba aún nerviosa.— Tranquila que no muerdo, solo quería conocer a la chica que tanto aman y de la cual siempre hablan.
~No es eso, es solo que esto es nuevo para mi y me aterra estropearlo con usted.— La mayor negó y rió.— No creo que lo hagas, eres demasiado educada y se ve que eres buena muchacha, luego te enseñaré sus álbumes de fotos.
~Gracias por pensar eso de mi, estaré esperando ese momento.— Los dos escuchaban detrás de la puerta y tenían que esconder esos álbumes antes de que su madre se los enseñará, no quería pasar vergüenza hasta que las escucharon reír, tenían entre sus manos un álbum de ellos.— Mira aquí están los dos, pero si puedes apreciar, Souta tomaba del cabello a Nahoya.
Suspiraron rendidos ante eso, no podían negarles nada a las mujeres que más amaban en su vida.— Nath es una buena chica, la amo demasiado.— Dijo Souta con una media sonrisa en el rostro.— Nath es espectacular, también la amo demasiado y espero poder estar mucho tiempo con ella.