Secuela de The Darkness Within
Elizabeth intenta adaptarse a su nueva vida sin Voldemort. Pero a veces tu pasado se niega a permanecer en el pasado. Libro dos de la trilogía de la princesa oscura.
Esta historia no es mía, sino de Kurinoone.
Trilogía...
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━━ EL ATAQUE ━━
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EN EL MOMENTO EN QUE TODOS SE DIERON CUENTA DE QUIÉN LOS HABÍA ATACADO, ESTALLÓ EL CAOS.
Hubo gritos y gritos por todas partes, preguntando qué debían hacer. Los Aurores entraron en acción de inmediato y trataron de aparecer al Ministro fuera del peligro. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que había barreras anti-aparición colocadas a su alrededor. Era algo que habían colocado los Daywalkers. Era diferente a las protecciones que usaban los magos. Era diferente pero tenía el mismo propósito. Estaban atrapados, incapaces de desaparecer.
Elizabeth se acercó con su propia magia. Podía sentir las paredes a su alrededor mientras trataba de probar y ver si podía romperlas. Descubrió que podía apartar fácilmente las protecciones para poder irse. El problema era que ella podía irse pero nadie más podía. Si intentaba llevar a alguien con ella, las barreras de los Daywalkers los retendrían pero dejarían que Elizabeth pasara. Esa no era realmente una opción para ella. Estaba atrapada aquí con el resto de ellos.
Miró a su alrededor mientras los Aurores ordenaban a todos que se apartaran de las ventanas y se reunieran en el medio. La dueña del pub, Madame Rosemerta, se veía muy débil. Ya había perdido su pub una vez por estas criaturas. No quería volver a pasar por todo eso.
Nadie estaba escuchando a los Aurores, así que James y Sirius se levantaron sobre la mesa y lanzaron chispas rojas de sus varitas para llamar la atención de todos.
—¡Por favor! ¡Todos, cálmense!—Gritó James. La mayoría de la gente en el pub se calmó para escucharlo.
—Mantén la calma. ¡Sabemos que estos atacantes son vampiros! ¡No pueden entrar sin permiso! ¡Estás a salvo aquí dentro!—Sirius les dijo.
Lizzy vio como el caos estallaba de nuevo.
—¡Eso no funcionó la última vez…!
—¡Le prendieron fuego a todo el lugar! ¡Nos atraerán hacia ellos ...!
—¡Seremos un objetivo de espera para ellos ...!
James y Sirius lanzaron más chispas rojas de sus varitas para calmarlos.
