Compañeros opuestos entre sí

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       — Eso fue agotador – soltó el mayor mientras se tiraba en el sillón junto a su compañero de cuarto, luego de distraer al encargado, subir a su departamento y quitarse los zapatos.

—¿Bromea? ¡Fue genial! – refutó el peliplateado – como una película de espías – dijo haciendo unas armitas con sus manos y se movía de un lado a otro, saliéndose de su papel solo para reír.

— Pues, acostúmbrate. Debemos hacerlo cada vez que paseemos al perro – habló el mayor, haciendo que lo miraran confundido.

— Ah, sí. Perros tan grandes requieren demasiado ejercicio — soltó, entendiendo al fin.

Tae miró a Soobin y quiso reír. Su compañero consideraba demasiado movimiento el levantarse de su cama al sillón para ver la tele.

— Bueno, ¿Ahora que hacemos? Jamás tuve una mascota, además de Toto y eso no sirve de mucho ahora...  – comentó el menor.

– Creo que deberíamos bañarlos, no sabemos cuánto tiempo pasaron afuera – habló el peliazul, a lo que el otro asintió.

— De acuerdo, llegó la hora del baño. Ven, cachorro – dijo Beomgyu acercándose al mencionado, quien huyó despavorido intentando esconderse.

Lo hubiera logrado si no fuese porque Tae lo persiguió y luego maulló para llamar la atención del mayor.

Después de muchas quejas, intentos de escape y fuerza de voluntad, Soobin quedó limpio, solo le faltaba peinarse, pero para eso se comportó.

— Bien, ahora es tu turno – mencionó Beom mientras tomaba al felino, quien al contrario del perro, no dio nada de trabajo y permitió que lo bañaran.

Aunque claro, ¿cómo iban a saber que Soobin le tenía miedo al agua?

Cat & DogWhere stories live. Discover now