Cat & Dog

Una pata amiga

    Había sido una coincidencia haberse despertado de madrugada y encontrar a Yeonjun llorando en el piso de la cocina con un pote de helado derretido en sus manos, pero estaba agradecido de haberlo hecho.

— ¿Qué sucede? – pregunté.

El chico pegó un respingo y sus ojos vidriosos chocaron conmigo.

— No es nada – respondió quitando bruscamente las lágrimas que no hacían más que caer y caer.

— Algo que te deja llorando de noche no puede ser nada, ¿qué pasa? ¿Quieres que llame BeomGyu?

— No, déjalo dormir. Es que…– comenzó a decir hasta que soltó un suspiro, tratando de  acomodar sus ideas. – Desaprobé un examen importante, ¡y es tan frustrante! Estudié durante todo un mes, hice y rehice cada ejercicio posible, aprendí las fórmulas porque no me bastó con memorizarlas y repasé toda la teoría que había ¡Y aún así no fue suficiente! Bien, podía conformarme con no sobresalir, ¡pero ni siquiera aprobar…! Además, apenas tengo algo de tiempo para ponerme triste porque tengo otro examen mañana.

— Oh, comprendo. Es cansado y desgastante. No importa cuánto te esfuerces, las cosas te salen mal y lo peor es que ni siquiera puedes tener un momento para ponerte mal, porque siempre hay algo más de lo que ocuparte y probablemente saldrá peor, como si de repente todos los días se convirtieran en un martes 13.

— ¡Exacto! Tú entiendes, espera… ¿Por qué entiendes? ¿Qué te pasó a ti?

– Hay veces en la que toda mi vida se siente así — suspiré y me senté en el piso y tomé una cuchara de helado. — Vine con mi mejor amigo a estudiar a la gran ciudad, pero la residencia de estudiantes no nos quiso aceptar por ser híbridos. Conocimos a Kai, un amable hoobae que nos dejaría quedarnos en su casa, pero sus padres no estaban enterados y debimos escondernos por meses. La carrera por la cual nos esforzamos tanto, resultó no ser la indicada para nosotros y la dejamos a medio cuatrimestre. Luego quisimos darle una sorpresa a nuestro amigo y terminé perdiéndome por días junto con Tae en nuestra forma animal. Y para agregarle, nuestras familias aún no saben nada de todo esto y no pueden enterarse.

Yeonjun me quitó la cuchara y tomó un poco de helado.

— Tienes miedo de que tus padres te vean como "un fracaso", ¿verdad?

Sonreí aunque no había nada de gracioso en esto.

— Incluso si ellos no me ven así, alguien más lo hará. Yo ya lo hago.

— Soobin, no eres un fracaso. Te conozco hace poco, pero no tengo ninguna duda de que eres especial. Eres único, realmente único — habló Yeonjun, mientras nos mirábamos fijamente.

— Usted tampoco es un fracaso, hyung. Una mala nota no te vuelve uno.

Fui quien cortó el contacto visual primero. Tomé la cuchara de nuevo simplemente para hacer algo con mis manos. Me había puesto nervioso.

Sentí una sensación extraña y familiar en mi alma cuando dijo eso.

No podía enamorarme de nuevo. Por esos sentimientos por Kai es que terminé así, además de que arrastré a Tae conmigo. No puedo permitirlo.

— Bueno, ya sabes lo que dicen, "luego del momento más oscuro de la noche, sale el sol" — mencionó y luego me quitó la cuchara con helado que estaba dirigiendo a mi boca. Lo observé molesto pero él solo me dedicó una sonrisa ladeada. — Este es nuestro momento oscuro, el sol volverá a brillar para nosotros eventualmente.

Aclaré mi garganta y empecé a observar a los lados.

Yeonjun seguía buscando que lo mirara, pero no lo iba a hacer.

Los rayos del sol se estaban asomando por el ventanal del comedor.

— Creo que tienes razón, hyung, ya va a ser de día. ¿No debería dormir un poco antes de su examen?

— Ah, cierto. Me voy primero, guarda el helado por mí — dijo y se levantó.

Cuando se estaba yendo a su habitación, lo agarré del brazo suavemente. Al tener su atención, lo solté inmediatamente.

— Por cierto, suerte en su examen.

Yeonjun me sonrió de nuevo y volví a sentir esa sensación.

— Gracias, Soobin-ah — dijo y me sacudió el cabello como aquella vez que lo conoció.