Cat & Dog

Demasiadas obligaciones

     Llegada la noche, a los dueños de la residencia les dio hambre, por lo que se cocinaron.

Con la comida en la mesa, fue cuando notaron un pequeño detallito que pasaron por alto. O mejor dicho, a un pequeño y otro gran detalle que los estaban mirando con ojos anhelantes.

– Hyung, ¿Qué van a comer? – dijo señalando al perro y gato con los palillos.

– No lo sé, no pensamos en eso.

– ¿Y si le damos un poco de la nuestra? No les hará mal, ¿verdad?

– Tampoco lo sé.

– ¿Hay algo que sepa, hyung? – cuestionó, recibiendo un golpe leve en el brazo como respuesta. – Estaba muy fácil, debía hacerlo. Pero hablando en serio, ¿Qué haremos?

– Supongo que darles hoy de la nuestra y mañana ir a una tienda de mascotas a comprarle la suya, no dañará a nadie – habló el mayor a lo que Gyu asintió, para levantarse de la mesa y buscar recipientes pequeños dónde colocó agua y comida para dárselas a los híbridos.

– Creo que vi un local para mascotas a dos calles de la facultad, aunque deberás despertarte temprano porque solo abren de mañana – comentó el peliazul.

– ¿Y por qué yo tengo que ir? También los cuida usted.

– Porque mañana tengo examen, ya te lo había dicho.

– Oh, cierto – soltó rascándose la cabeza – ¿Pero quién se quedará con ellos?

– Será rápido y son bastante tranquilos, ósea míralos – dijo, mostrando al perro que se encontraba acostado como si no quisiera ocupar demasiado espacio pese a su tamaño y a un gato que se encontraba bastante cómodo dormido encima del otro.

El peliplateado agarró su celular y les tomó una foto rápidamente.

– Deberíamos de ponerles nombre – soltó, haciendo que el otro bufara.

– Gyunnie, quiero comer tranquilo. Mañana, luego de mi examen hablamos de todo lo que quieras, ¿si?

El menor se quedó callado mirando a los animalitos, haciendo que Yeonjun pensara que había logrado su cometido.

– ¿Dónde dormirán? – preguntó.

– ¡Contigo! – gritó el más alto, mientras agarraba su comida y se encerraba en su habitación.