Cap. 8 - Eͤl рⷬaͣdͩrͬeͤ dͩeͤ Naͣᴛⷮs͛uͧᴋ

310 19 21
                                    

   Natsuki fue abriendo sus ojos lentamente mientras se los frotaba. Estaba recostada en una cómoda cama. Miró desorientada hacia todos lados. Vio cómo el sol brillaba a través de una ventana que no era la de su habitación. Lentamente lo fue recordando: se había quedado a dormir en la casa de su novia. Natsuki volteó la cabeza hacia el lado contrario y se encontró con el dulce rostro de su novia, quien dormía plácidamente con la cabeza apoyada en la misma almohada que ella.

Natsuki suspiró. Yuri era tan hermosa mientras dormía. Por eso, le acarició el flequillo mientras la miraba perdidamente enamorada. Yuri sintió las suaves caricias de su novia y fue abriendo sus ojos lentamente. Ella vio cómo Natsuki la miraba cariñosamente. Yuri no tardó en sonrojarse y sonreír.

Natsuki: Buen día – le susurró tiernamente.

Yuri: B-buen día – respondió nerviosa.

Natsuki: ¿Dormiste bien?

Yuri: Sí, muy bien. Creo que nunca dormí tan bien, jiji. ¿Y vos?

Natsuki: ¡De maravilla! Jajaja.

Ambas rieron alegres. Sus ojos volvieron a cruzarse. Se sonrieron. Ambas suspiraron. Natsuki le apoyó una mano en su mejilla.

Natsuki: Sos muy linda.

Yuri: V-vos más.

Natsuki se acercó hacia el rostro de su novia y le dio un pequeño beso en sus labios. Sin embargo, ambas voltearon la cabeza cuando escucharon el grito de la madre de Yuri desde el piso de abajo:

Madre: ¡Yuri! ¡Natsuki! ¡Está el desayuno listo!

Yuri: ¡Ya vamos má!

Las dos chicas bajaron alegremente las escaleras. La madre de Yuri las recibió con un gran desayuno. Tostadas, cereales, cosas dulces... ¡Era como un pequeño banquete! Tanto Yuri como Natsuki miraron sorprendidas. Luego de agradecer por la comida, ambas comenzaron a comer muy eufóricamente.

***

La tarde continuó con tranquilidad. Natsuki se quedó en la casa de Yuri. Ambas miraron películas, leyeron historias y charlaron sobre muchas cosas. Sin embargo, lo que más hicieron fue abrazarse, besarse y darse muchísimo cariño. No dejaban de decirse entre ellas cuánto se querían mientras dejaban escapar pequeñas sonrisitas.

Si bien todavía el sol brillaba en el cielo, no faltaba mucho para que comenzara a esconderse. Natsuki y Yuri estaban arrodilladas en frente de la otra mientras se miraban fijamente muy enamoradas.

Natsuki: Creo que te lo dije mil veces en lo que va del día, pero... Sos hermosa.

Yuri: No tanto como vos.

Natsuki: Me gustás mucho.

Yuri: Vos a mí.

Natsuki: Se me acaba de ocurrir una buena película para ver – se mostraba entusiasmada mientras se ponía de pie -. Es un poco larga pero te prometo que es divertida y...

Yuri: Ey, amor, em... - la interrumpió con su rostro preocupada -. Si es por mí, quédate toda la vida en mi casa, pero... ¿No crees que tu padre podría enojarse si volvés más tarde?

Natsuki: Mi padre...

Natsuki borró su sonrisa rápidamente de su rostro y se quedó tiesa como una estatua. Su rostro se puso pálido y sus manos comenzaron a temblar.

Natsuki: Mi padre... Lo había olvidado... - susurró con pocas fuerzas.

Yuri: Amor, perdón, no quiero echarte – decía nerviosa -. Yo lo digo para que vos no tengas problemas. Si es por mí, quédate conmigo para siempre.

El poema y el cupcake (YurixNatsuki)Where stories live. Discover now