2. Ven aquí, cosita sexy

1.8K 313 67
                                    

Hiakuan se encontraba en el comedor de Yibo tratando de explicarle unos conceptos sobre economía, aunque Yibo tenía una carrera como corredor de motocicletas profesional sabía que aquello no duraba toda la vida por lo que había decidido terminar sus estudios en administración de empresas en línea, su examen profesional estaba cerca y se le complicaba la comprensión de algunos temas. Hai le había prometido a su hermano menor ayudarle para que en algún futuro tomara un lugar a su lado en la empresa familiar.

El reloj marcaba las nueve de la noche y Yibo ya se encontraba un tanto fastidiado de tanta teoría y concepto, su rostro oscilaba entre aburrimiento y frustración, estaba a punto de arrojar todo frente a él cuando la puerta principal se abrió.

-¡Cariño! Ya estoy en casa – Zhan había agudizado su voz saludando así al menor cargado con bolsas de comestibles. Yibo había descuidado la cocina cuando Zhan se había "mudado" ya que él no cocinaba, pero ahora todo comenzaba a tomar su cauce normal... o casi.

-Ven aquí, cosita sexy – le contestó Yibo quien de inmediato esbozó una sonrisa que cubrió todo su rostro siguiendo con aquel tonto juego.

Desde que ZhuoCheng les había hecho el comentario de casarse, ambos simulaban ser una pareja de vez en cuando siguiendo la broma.

Haikuan miró a su hermano asombrado por el cambio en su semblante por el sólo hecho de haber escuchado a Zhan, aún más admirado cuando después de varios minutos, su pequeño hermano seguía sonriendo como tarado.

-Voy a preparar la cena, amor – le dijo Zhan pasando a su lado. – Hola Hai, -saludó como si nada colocándose un mandil rosa, el cual le había comprado Yibo un par de días antes como parte del juego.

Yibo soltó sonora carcajada cuando vio a Zhan con el mandil, no esperaba que en verdad Zhan lo usara, pero ahora cada vez que cocinaba el mayor tenía la intención de hacerlo con una tonta sonrisa.

-¿Qué diablos está pasando aquí? – preguntó Haikuan mirando a uno y otro comportarse de esta tonta manera.

Yibo sólo se encogió de hombros restándole importancia – Cheng dijo que la única forma que un matrimonio de Zhan funcione es que se case conmigo.

Haikuan levantó una ceja incrédulo – Y entonces ¿ahora son pareja? – preguntó incómodo.

-No seas idiota, Hai – respondió Zhan desde la cocina sosteniendo una espátula en su mano y con el mandil rosa lo que quitaba seriedad a sus palabras – Todo es una broma. Cheng está loco. Nadie se casa con su mejor amigo – aseguró Zhan.

-Lulu es mi mejor amiga- comentó Haikuan después de pensarlo un rato.

Zhan regresó a la sala mirando a Haikuan con el ceño fruncido – Creí que yo era tu mejor amigo – dijo dolido.

-Eres mi amigo, pero no mi mejor amigo – aclaró Haikuan a Zhan – Desde el momento en que conociste a mi hermano dejamos de serlo – le recriminó.

Zhan lo pensó por un momento, tal vez aquello era cierto. Haikuan y Zhan se conocieron en la universidad cuando les asignaron compartir el dormitorio y durante el primer semestre se hicieron muy buenos amigos y cercanos, pero en el momento en que Haikuan le presentó a su hermano 4 años menor, aquellos dos congeniaron de inmediato. Sus intereses eran muy similares e incluso en apariencia, Zhan parecía más cercano a la edad de Yibo que a la de Haikuan, este último decía que era debido a la inmadurez mental de Xiao Zhan.

-Mmm- Zhan ya no sabía qué más decir sintiéndose un tanto mal por Haikuan.

-No te preocupes, Zhan, tu eres mi mejor amigo – dijo Yibo al ver a Zhan sin palabras lo que lo hizo sonreír.

-Y tu eres mi mejor amigo, Bo – contestó Zhan.

-¡Por Dios! Cheng tiene razón, ustedes dos deberían de casarse- dijo Haikuan rodando los ojos.

-Entonces, cuñado ¿te quedas a cenar? – preguntó Zhan como si fuera lo más natural del mundo.

-Bueno, tienes que ganarte a la familia, así que acepto tu invitación, cuñado.

Haikuan no pudo evitar poner un poco más de atención a la interacción de su hermano y su amigo, ambos parecían coordinados en la forma de convivir, prepararon la mesa con los alimentos sin necesidad de pedir las cosas o dar instrucciones y por su puesto no faltaron las bromas de que ambos estaban en una relación y aquello parecería algo completamente inocente de no ser porque ambos sonreían más de lo normal, se miraban más seguido a los ojos como si se hablaran telepáticamente, algo que él solía hacer con Lulu, aunque claro tal vez se debía a que llevaban 4 años viviendo juntos.

Al terminar la universidad, Zhan se había mudado a Shanghái para abrir su estudio de diseño y marketing el cual había arrancado muy bien y tenía una muy buena cartera de clientes. Yibo por su parte había suspendido sus estudios para tomar la oportunidad de ser un corredor profesional en la ciudad donde residía Zhan por lo que este lo recibió con los brazos abiertos. Aunque Yibo fue un éxito en poco tiempo con varios patrocinadores y la posibilidad de vivir en su propio departamento fue algo que nunca consideró, se encontraba muy cómodo viviendo con el mayor por lo que nunca pensó en mudarse.

Haikuan tuvo que desabrochar su cinturón disimuladamente cuando terminó la cena. Zhan tenía un don para cocinar por lo que no pudo evitar atiborrarse de todo lo que pudo. – Mi hermano tiene mucha suerte de casarse contigo.

-¡Hey! – se quejó Zhan golpeando su brazo – Lulu me enseñó a cocinar y es mil veces mejor que yo, tu eres el suertudo.

-Supongo que tienes razón – concedió Hai despidiéndose porque ya era muy tarde, Zhan lo acompañó a la puerta mientras Yibo lavaba los trastos.

-¿Estas libre mañana por la tarde? -preguntó Zhan a Haikuan en voz baja.

-Zhan, salgo con tu prima y tu con mi hermano, no creo que sea correcto lo que me estas preguntando.

Zhan golpeó su brazo – Eres un idiota, estoy hablando en serio. Estoy organizando la fiesta de Bo y necesito ayuda. Tu eres su hermano, es tu deber ayudarme.

-Oh, claro. Te haré un espacio, ¿dónde nos vemos?

-En el centro comercial, te confirmo la hora después.

-¿Qué tanto se secretean ustedes dos?- preguntó Yibo con el ceño fruncido mirando a ambos.

-Nada – respondieron al unísono Zhan y Haikuan un tanto nerviosos.

Yibo los miró de mal manera – Hai, tu estás con la prima de Zhan y Zhan conmigo, lo que hacen no es correcto.

-¡Dios! Sí que son hermanos – se quejó Zhan de los dos retirándose a su habitación.

Era Una BromaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant