D i e c i s é i s.

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«Oye, Hye, ¿ya te dije que te ves preciosa con ese corte de cabello? ¿No? Pues, te queda precioso, todo de ti es precioso. Tú eres preciosa.

Y.J»

Abrí mi casillero para guardar mis libros de las últimas horas de clase y no llevar cargando con ellos. Sin embargo, ni bien abrí el casillero una nota cayó al piso.

Fruncí el ceño mientras giré a mi alrededor si estaba Hyunjin o Seungmin en algún lugar riéndose y gastándome una broma.

Nadie me manda notas.

No obstante, al no ver nadie por el perímetro del lugar, me agache para recoger la nota y desplegarla.

«Te descubrí, chico de las notas y flores.»

━Hola, Jeongin. ━la voz de Hye hizo que me latiera el corazón rápido.

Abrí los ojos de golpe y me aferré a la pequeña nota. Miles de sentimientos se apoderaron de mí en ese momento.

Me quedé estático, mi cuerpo no reaccionaba por la tal sorpresa que me llevé.

¿Esto era a lo que se refería Hye In con que tenía una sorpresa para mí?

¿Cómo me descubrió?

¿Será que me pilló metiendo una nota por la rendija de su casillero?

Eso es imposible porque siempre era cauteloso a la hora de enviarle esas notas, además Hyunjin me cubría la espalda, cuidando a qué hora Hye entraba al instituto, que por cierto era casi en las últimas en llegar.

¿Será que alguien le dijo quién soy?

Si fueron Hyunjin o Seungmin, juró que voy a matar a cualquiera de los dos por ser unos entrometidos.

Demonios. Ahora me cuesta encarar a Hye In.

¿Y si realmente no le gusto?

¿Y si le molesta que sea yo el que le mande esas notas y rosas?

Quizás ya no quiera verme más y se alejara de mí.

No, maldita sea. No puedo permitir eso.

No quiero voltear y que me mire con lástima o repudio por saber quien soy.

¿Y si se burla de mí?

Pero su tono de voz no era de burla o desagrado, todo lo contrario, sonaba como la Hye de siempre; dulce y amigable.

Tal vez soy yo el que se esté imaginando escenarios como si fuera una película de terror y no sea Hye la que me envió esa nota.

━¿Jeongin? ━llamó la pelinegra.

Cerré los ojos con fuerza mientras me daba ánimos para girar y ver esa hermosa sonrisa que me deleita cada vez que entro al instituto y la tortura de las clases sean menos aburridas, convenciendome de que Hye no me descubrió.

Arrugué el pedazo papel con ambas manos y lo encogí en mi pecho para luego girar con lentitud.

━Hola, Hye. ━esboce una sonrisa tímida.

Ella se veía igual que siempre, ni un atisbo de disgusto o incomodidad, estaba sonriente. Lo cual hizo que me calmara un poco.

━¿Te gusto mi sorpresa? ━rió con inocencia.

Ahora mi pecho subía y bajaba con desesperación al escuchar esa pregunta. Realmente me descubrió.

Trague duro, las palabras no querían salir.

━¿C-Cómo me d-descubrirte? ━hable apenas, balbuceando.

━Ah pues...━justo en ese momento la campana que da inicio a clases, sonó. ━¿Vámonos a la biblioteca?

━¿Y las clases?

━Descubrí a mi chico de las notas, ahora lo que menos importa son las clases.

Sonrió y me cogió de la mano para salir de los pasillos y dirigirnos hacia nuestro lugar favorito.

Sonrió y me cogió de la mano para salir de los pasillos y dirigirnos hacia nuestro lugar favorito

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Notes and Flowers © Yang Jeongin ✓Where stories live. Discover now