D i e c i n u e v e.

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Las palabras de Minho me dejaron con la angustia y consternado. ¿A qué se refería con eso de que saldría lastimado como él? ¿Será que Hye lo rechazó? ¿O será que le hizo algún mal? ¡Es que sus palabras no tienen sentido!

—Minho sabe algo y no te lo quiere decir.—comentó Hyunjin.

Incluso, para saber la verdad, había estado persiguiendo a Minho durante una semana para que soltará todo de una buena vez. Sin embargo, el muy idiota solo me dejaba con la palabra en la boca y hacía oídos sordos. 

¿Qué tanto le cuesta decirme? No es como si se lo dijera lo fueran a matar o algo por el estilo. Se trata de Hye In, es de incumbencia, pero a Minho no le importaba eso, solo que me alejara de ella cuando regrese.

—¿Has tratado de comunicarte con Hye?—esta vez habló Seungmin.

Asentí.

Durante toda esta semana no he hecho más que enviarle mensajes preguntándole si estaba bien o del porqué no me contesta, también la llamó como cinco veces al día pero aún así nada.

—Uh, qué raro.—mi amigo llevó su mano a la barbilla, pensativo.—¿Y has ido a su casa?

—No.

—¿Y qué esperas, entonces?—añadió Hyunjin.

Bueno, no se me pasó por la cabeza ir a la casa de Hye porque me parece un poco inapropiado ir de colado, sin invitación. No obstante, por razones obvias, tendré que dejar mis principios de lado e ir por mi chica. 

Y no me importa si terceros quieren impedirlo.

Ni bien tocó el timbre de salida, guardé todas mis cosas en tiempo récord y me encaminé a la salida, ignorando los llamados de mis amigos. Por suerte recordaba a la perfección el camino hacia la casa de Hye, puesto que varias veces la dejé en su casa.

Y cuando llegué, lo primero que hice fue esconderme en un arbusto, puesto que había visto que Minho venía atrás. 

¿Qué hacía él acá?

Cielos, tenía muchas preguntas en mi cabeza ahora mismo que sentía que iba a explotar en cualquier momento. Pero solo una persona podía sacarme de dudas y tenía que entrar a su casa.

Tomé un respiro profundo y me armé de valor, sin embargo, cuando iba a dar el primer paso, un auto se estacionó frente a la casa de Hye, lo que hizo que yo retrocediera y regrese a mi posición anterior.

Entonces, observé que Minho salía de la casa con unas maletas. Fruncí el ceño. ¿Maletas? ¿Acaso se piensan mudar o viajar? Junto con él bajó un hombre y una mujer mayor, a lo que supuse que eran padres de Hye, también con un par de maletas.

¿A dónde van? 

Mi corazón se aceleró cuando miré a Hye salir detrás de ellos.


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Notes and Flowers © Yang Jeongin ✓Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt