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Dynasty/ MIIA.

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Muchos se preguntaban de donde Pansy podía sacar tanto dinero, bien, pues la respuesta era de lo más fácil.

Ella trabajaba en la industria de moda, de su padre, el negocio familiar. Como la chica tenía gusto y nuevas ideas a portadoras para las nuevas tendencias, a su padre le venía genial trabajar con ella.

Aquel día, la peli negra entró en su despacho, el último día en el que ella am había trabajado, había dejado a medias un nuevo diseño de botas.

Cuando entró, vio que en su escritorio tenía una carta negra con un sello de lo más sofisticado.
-Papá... tendrás que esperar.- dijo rodando los ojos mientras ignoraba la nota y seguía con el supuesto trabajo.

Que debía poner en la carta? Seguramente lo de siempre, hola hija, he encontrado a otro chico para el compromiso... estúpido compromiso.

Por qué simplemente no podía estar con la persona que le hiciera feliz? Importaba que tuviera dinero? Pansy no necesitaba más de lo que ella poseía.

Como no podía sacarse de la cabeza la carta negra que se encontraba en su escritorio miró de nuevo hacia allí.
-A la mierda.- dijo para tomarla y abrirla.

Suspiró con pesadez al leer la primera línea sin embargo siguió con algo de curiosidad.

Pansy,
Antes que digas nada, si, he encontrado uno de los muchos muchachos que quieren pedirte tu mano.
Sin embargo, he estado investigando con tu madre, hemos encontrado los gastos, y hemos podido ver que has estado yendo a fiestas mas subido. Pensábamos que la época de la niña adolescente tonta había acabado pero al parecer no es así.
Eso me hace pensar en las marcas que tenías el otro día. Es increíble que a tu edad solo te revuelques con chicos que ni conoces, debería darte vergüenza.
No sabes lo disgustado que estoy contigo ahora mismo, no sabes la vergüenza que me ha dado descubrir que solo tengo una hija que se comporta como una puta más.
Espero que recapacites antes de nuestra siguiente visita con tu madre, espero que te comportes como la Parkinson que deberías ser.
Atte. Sr. Parkinson.

La chica dejó la carta en la mesa mientras se miraba en el espejo que había en su oficina. Se miró a sí misma repitiéndose que el no era una decepción.

Su madre no pensaba eso de ella, por qué tendría que importarle unos comentarios sin importancia?
-Bobadas.- dijo tirando la carta a la basura y con su varita la incendiaba.

Decidió volver al diseño de las botas para distraerse algo sin embargo no conseguía volver a concentrarse.

Como era posible que no le saliera bien nada? Por qué sentía que su padre estaba detrás de ella diciéndole lo mala hija que era? Eso no debería importarle pero ahí estaba.

Suspiró hondo para tranquilizarse. Miró por la ventana viendo la calle y delante del edificio donde se encontraba una cafetería, la misma donde le había invitado Draco.

Recordó que también vendían sus pasteles favoritos así que decidió ir a comprar unos cuantos, para relajarse y seguir con el trabajo.

Cuando entró al lugar, estaba bastante lleno, cosa que no le gustó. No le gustaba los sitios públicos, le parecía antihigiénico.

De todas formas, se puso a la fila de personas y decidió esperar para su pedido, necesitaba olvidarse de la carta de su padre.

Y claro que lo haría. Se olvido de todos sus problemas cuando vio a Hayley servir a las mesas con gran agilidad.

Se quedó observando a la chica durante demasiado tiempo. Ella no lo notaba, seguía haciendo su trabajo y con una débil sonrisa ante las quejas de los clientes seguía mostrándose amable.

-Eh, a mi batido le falta la nata, la había pedido, es que no lo has apuntado?- preguntó una chica de lo más grosera.
-Discúlpame, ahora te lo traigo con nata, disculpa las molestias.- dijo ella mientras volvía a la cocina.

La fila se hacía más corta y pronto le tocaría pedir su pedido sin embargo eso ya no le importaba, Hayley estaba allí, tan hermosa como siempre y aunque llevase un uniforme que daba pena era preciosa a sus ojos.

Cuando Hayley salió con el batido con nata incluida, se le cayó al suelo al ver a Pansy mirándola fijamente, al igual que todas las personas del lugar ahora.

-Hayley...- dijo Ricky quien estaba algo preocupado por la actitud de la chica.

La peli negra intentó acercarse a ella pero Hayley entró a la cocina de inmediato mientras se sacaba el delantal con rapidez para irse de allí.

Salió por la puerta trasera sin embargo Pansy pudo ver como ella intentaba escapar.
-Eh! Mi batido!- dijo esa chica.

-Cállate y come del suelo si tanto quieres el batido.- le dijo Pansy antes de salir de la cafetería para empezar a seguir a la chica.

Era algo dificultoso correr con tacones, aún así ella había estado entrenada para eso, y no perdió de vista a Hayley quien corría lo más posible para no ser vista por ella.

Pero si eso sinceros, todo estaba perdido. Pansy la había visto trabajar de camarera en una cafetería, sucia y había hecho el ridículo delante de toda esa gente.

La chica se metió entre unos callejones de lo más oscuros, pensando que nadie la seguía, era un barrio sucio, pobre. Pansy nunca metería un pie dentro.

Además, su apartamento estaba en ese barrio así que esperaba que no sospechara nada, con suerte, no iría el sábado así la peli negra no tendría más opción que no hablarle más.

Sin embargo esos no eran los planes que tenia Pansy quien sin dudarlo siguió a Hayley dentro de esos callejones llamando la atención de muchas personas de allí.

Sentía como le silbaban y le decían más de un piropo, sin embargo no le importó en absoluto. Vio como Hayley entraba en uno de los edificios de apartamentos realmente polvorientos y sucios y se sorprendió bastante.

La chica cerró la puerta dejando a la peli negra delante de su apartamento. Pansy estaba delante de la casa de Hayley.

out of control (Pansy Parkinson)Where stories live. Discover now