out of control (Pansy Parkinson)

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Despacito/ Luis Fonsi, Daddy Yankee, Justin Bieber.

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Cuando ambas chicas volvieron junto con Draco, Astoria y Daphne estos suspiraron de alivio. Parecía que la charla había ido bien...

El platinado miró a Hayley quien le sonrió débilmente como agradecimiento.
-Chicos! Chicos! No la hemos podido encontrar... oh hola Hayley, como decía, no está por ningún lado.- dijo Blaise junto con Theo cansados de correr.

Pansy rodó los ojos mientras que los otros chicos reían por las tonterías que soltaba el moreno.
-Supongo que... no tenéis donde vivir ahora que estáis en la misma ruina, no es así?- preguntó Astoria directamente.

-Como?- preguntó Theo.- Pero acaso sabéis los amigos que tenéis?- preguntó con una sonrisa.
-Si, pensáis que os dejaremos dormir en la calle?- preguntó Blaise.- En la mansión de mamá se aburre mucho si estás solo.

Hayley sintió como la mano de Pansy pasaba por su cintura dándole a entender que no estaban perdidas.
-Gracias, a todos.- dijo con algo de vergüenza.

-No las des cariño, siempre que puedas preparar las maravillosas bebidas.- dijo Daphne bromeando.

Saldrían de esa juntas? Eso parecía.

Cuando Pansy le envió una carta a su abuela explicándole lo sucedido, esta se encargó de darle todo el dinero que necesitaba al igual que su madre quien estaba feliz por su hija.

Hayley por otra parte, cuando recogía sus cosas para irse a casa de Blaise, un patronus en forma de labrador entró al apartamento.

Hayley! No te lo puedes creer pero no podía esperar, el puesto es tuyo! Increíble no?

Era el patronus de Ron quien desapareció en el aire dejando sin palabras a la chica que empezó a saltar de alegría por todo el apartamento.

Las lágrimas de emoción estaban en su rostro preocupando a Pansy quien no sabía nada de eso.
-Eh, amor... que sucede?- le preguntaba mientras venía como ella no conseguía pronunciar ninguna palabra.

-Yo, yo, no, Merlín! Pansy es, fantástico!- dijo abrazándola cariñosamente.- He conseguido el puesto!

La peli negra ahora saltaba junto a ella de emoción mientras miraba lo contenta que estaba Hayley.
-Sabia que lo podías conseguir.- le dijo mientras la abrazaba de nuevo.

Así las cosas para las chicas mejoraban conforme pasaba el tiempo. Con los ahorros de Pansy y el sueldo de Hayley consiguieron comprar un apartamento para ellas.

Ambas chicas parecían haber encontrado al fin su lugar, aunque faltaba algo. Había algo que Pansy había estado pensando durante demasiado tiempo.

Era normal que cada semana fueran a alguna discoteca para divertirse con sus amigos y relajarse de todo.
-Hayley, tengo que hablar contigo...- dijo de repente apartando a la chica.

-Que pasa Pansy?- preguntó ella con una sonrisa.- Si te encuentras mal podemos ir a casa...- le dijo al ver que la peli negra no tenía muy buena cara.

-He estado pensando mucho en esto, y aunque estoy muy agradecida con mi abuela y mi madre... me gustaría tener un trabajo.- dijo haciendo que Hayley se sorprendiera.

-Enserio?- preguntó ella.
-Si, un trabajo de verdad.- dijo la peli negra mientras bebía de su copa.

Hayley asintió.
-Tienes todo mi apoyo, a lo que sea, lo sabes.- le dijo con una sonrisa orgullosa.
-Lo se amor, por eso... quería hablar contigo... sobre lo que he hecho, puede que haya sido una locura.- dijo algo avergonzada.

-La vida es una locura.- le respondió ella animándola a explicarle que había hecho.

Pansy empezó a reír al darse cuenta de que en realidad estaba loca, Merlín, a nadie se le hubiera pasado por la cabeza hacer algo así.

Decidió explicarle a su novia lo que había hecho así que sacó unas llaves de su bolso y las dejó encima de la mesa.
-Pansy?- preguntó Hayley sin tener idea de lo que había hecho la peli negra.

Pansy miró a la chica quien estaba de lo más confundida.
-He comprado un edificio entero.- soltó sin más provocando que Hayley abriera los ojos de la sorpresa.- Quiero abrir un negocio, una discoteca, la mejor del lugar y que tú, me ayudes.

Ahora la que se reía era Hayley quien se acercó a Pansy y le robó un beso.
-Claro, estoy a tus órdenes.- le dijo con una sonrisa.
-Si? Enserio? Digo... que es fantástico! No sabes lo feliz que me has hecho!- dijo con una sonrisa.

Hayley rodó los ojos divertida.
-Muy bien cariño, ahora dejemos los negocios de un lado y levantarte para mover el esqueleto.- dijo esta mientras le tomaba la mano a la peli negra que guardaba las llaves de su nuevo edificio.

Ambas chicas fueron a la pista de baile donde ya se encontraban sus amigos bailando y divirtiéndose.

La música sonaba y la gente se movía, a su manera, sin embargo para Pansy las caderas eran la parte del cuerpo que más intervenían en su forma de bailar, así que no podían dejar de moverse en ningún momento.

Hayley y la peli negra bailaban, juntas, sintiendo el ritmo en todo momento, y podía ser que la actitud fuera lo más importante, después de saber mover las caderas.

Eran el centro de atención, pues el descaro, el desparpajo y la chulería son la esencia para bailar reggaeton y ellas sabían perfectamente combinar todas ellas.

Y ya que estaban... era muy arriesgado probar con el twerking? La peli negra se sorprendió cuando Hayley se situó delante de ella y se agachaba, como si fuese a hacer una sentadilla y empezaba a mover la pelvis de delante hacia atrás.
-Dalo todo nena!- gritó ella mientras se pegaba a ella motivándola aún más.- Esa es mi chica!

Y muchos pensarían que Hayley nunca sería capaz de hacer algo así, pero el simple hecho de sentirse querida, saber que formaría un negocio con la persona que amaba la hacía feliz.

Había conseguido amarse a sí misma y a perdonarse de todos los errores que había podido cometer en su vida, Pansy la había ayudado, junto con Draco y todos sus nuevos amigos.

A veces, era mejor tener a alguien quien te ayude a guiarte por el camino correcto que tratar de luchar tu solo.

Hayley había aprendido que a veces, era mejor dejarse ayudar mientras que Pansy había aprendido a no depender de sus padres, ser independiente y a valorar cada y una de las cosas que poseía.

Hayley era la más valiosa.