XI

671 57 8
                                    


Ver a la parejita de plástico en mi fiesta me puso histérica, su simple presencia estaba arruinando la que iba a ser MI noche.

Pero yo no iba a dejarme pasar por arriba, al terminar de bajar las escaleras todas las miradas se posaron en mí, todos me miraban impresionados, definitivamente yo era la más linda en esa fiesta y no tenía nada que envidiarle a Mia Colucci. Joaquín Arias Parrondo se acercó hasta donde yo estaba y me extendió su mano, yo acepte sin dudarlo, me sonrió agradecido y fuimos hasta el centro de la improvisada pista de baile.

Yo estaba con mi mejor ropa, bailando con el chico más lindo en mi fiesta. No podía ponerme de mal humor. O tal vez si.

La primera hora paso volando al lado del rubio, bailamos mientras él bebía, quiso convidarme alcohol, pero yo no tomo, yo necesito recordar con exactitud cada detalle de esta noche. Cuando me aburrí del chico sin decir nada me fui hasta donde estaban Lujan y Pilar bailando, ambas estaban preciosas, se las veía contentas y eso me hacía sentir bien.

Les eché un vistazo también a Manuel y Nicolás, quienes bailaban muy cerca de Fernanda y Belén, sonreían sin parar. Mi corazón dio un pequeño salto al pensar que yo había logrado todo esto, gracias a mi los chicos marginados estaban por primera vez divirtiéndose en una fiesta. El hecho de que estén los plásticos no había afectado para nada a mis nuevos amigos. Todos estaban bien, a excepción de mí. Yo me sentía vacía.

Me senté en un sillón a disfrutar de mi lata de gaseosa, los zapatos altos lastimaban mis pies, el top que llevaba puesto era lo más incómodo e inhumano que había usado en mi vida y la falda se subía más de lo necesario cada vez que caminaba. Mi ropa era incómoda para bailar, para caminar o simplemente para existir.

Y ahí la vi, Mia Colucci estaba en el centro de la pista, siendo el centro de atención de mi propia fiesta, en mi propia casa. La ira brotaba por mis poros, mi sangre hervía, se supone que esa debía ser mi atención, esa debería ser yo. ¿Por qué me pasaba esto? ¿Por qué no puedo ser por primera vez en mi vida la protagonista?

Rápidamente me levante de mi asiento, esto no se iba a quedar así, empuje a todo el que se interponga en el camino hasta llegar a donde estaba la Barbie maldita, pero hubo a una persona a la que no pude empujar con tanta facilidad, alguien se aferro a mi cuerpo sin dejarme avanzar, inmovilizándome frente a Mia.

—Ayúdame, por favor— dijo un chico casi inentendible, el olor a alcohol que llevaba me mareaba —me van a llevar los aliens —

Me había cruzado con una de las personas más estúpidas que conocí en mi vida, ahora aparte de ser un tarado era un alcohólico. Mi noche empeoraba cada vez más y más.

—Soltame idiota, pedile ayuda a tu noviecita— y si ¿sabemos de quien hablo, no? Pablito Bustamante se había tomado hasta el agua de los floreros, estaba borracho y yo no sabía que carajos hacer.

—Marizza por favor ayúdame— suplicó —Vienen por mi— se abrazó aún más a mi cuerpo y mis intentos de empujarlo eran en vano

Todos seguían mirando a Mia y sus amigas, por lo tanto nadie le presto atención a Pablo sobre mi. La cuestión era ¿ir a marcar mi territorio o ayudar a un chico ebrio? 

Mi estúpida conciencia me pedía a gritos que ayude a Pablo. Él me había ayudado hace dos meses atrás, pero luego destruyo la poca autoestima que me quedaba. Podría devolverle el favor y luego tratarlo mal ¿no? eso equilibraría las cosas, podríamos quedar a mano —No dejes que me vean— pidió Pablo, el estaba ebrio y me suplicaba por ayuda ¿Cómo podría decirle que no?  

Hay una parte de mí que por más que la hayan lastimado sigue dispuesta a ayudarlo, ignorando lo que Pablo me dijo en mi primer día.

—Vamos Bustamante— dije resignada, iba a hacer lo que creía que corresponde, pase el brazo del rubio sobre mis hombros y poco a poco lo subí por las escaleras, llevándolo a mi habitación. Para mi suerte no había nadie en ella, cerré la puerta y logré hacer que Pablo se siente en mi cama —Sácate la remera— ordené 

The actingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora