•capitulo extra•

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Pablo.

Me acoste en mi cama, en el colegio claro, no pasaría ni un segundo mas en la residencia Bustamante, estaba agotado por el día que tuve en esa casa con mis padres. Escape de allí lo más rápido que pude.

Estaba cansado, de Sergio y de mis tres estúpidos y presumidos hermanos. Estoy mejor cuando los tres están lejos, y cuando Sergio se olvida de mi.
Estoy harto de tener que saludar a todo el mundo con una sonrisa falsa en mi rostro, fingir que todos esos idiotas de trajes caros y peinados raros eran de mi agrado. 

Odiaba mi vida y cada parte de ella. A mi familia, en especial a mi padre, odiaba tener que estar en este colegio, tener los amigos que el quisiera que yo tenga, estar con la chica que a él le convenía.
Me odio a mi mismo, por permitirlo.

No se en que momento deje de mirar el techo de la habitación y caí en un profundo sueño, pero se que tuve pesadillas extrañas toda la noche.

Tanto así que desperté agitado y asustado, me levante de repente y me senté en la cama. Lleve ambas manos a mi rostro.

Inhale profundamente, intentando volver a la realidad.
Refregue mis ojos con ambas manos y luego preste atención al cuarto, en un intento por llamar a Tomas o a Guido. Necesitaba algo que me haga reaccionar.

No estaba en el elite way, estaba en una habitación. Todo era rosa y delicado, perfectamente ordenado y decorado.
El cuarto olía a jazmines, y la luz de la mañana entraba por una gran ventana, cegando mis ojos.

—¿Qué hago acá?— pregunté en un susurró

Sentí algo removiendose a mi lado, asustado gire mi cabeza, intentando descifrar quien estaba junto a mi.

Una chica, tapada hasta su cuello con las sábanas y dándome la espalda, dejando así su cabello castaño y largo a la vista.

Parpadeo varias veces, intentando recordar algo. Nada.
No recordaba nada más.

Ella se despertó de golpe y me miró. Cielo.

Estaba adormilada, no entendía porque pero llevaba puestos sus anteojos, era extraño que duerma con ellos.

—Buenos días, mi amor— me sonrió —¿Cómo dormiste?—

—¿Mi amor?— pregunté confundido —¿Cómo llegue acá? ¿Cuando volviste vos? No entiendo nada— pregunté llevando una mano a mi cabeza

¿Acaso me habia golpeado?

—Seguis dormido— afirmó entre risas —Soy tu novia y anoche dormimos juntos— me recordó

—¿Vos y yo tuvimos...?— eleve una ceja

—¡Pablo!— exclamó nerviosa, su rostro tomo un color carmesi de inmediato —Solo dormimos abrazados ¿en serio no lo recordas?—

—Es solo que tuve un sueño raro, mi amor, nada más— mentí

—¿Soñaste conmigo?— preguntó dulcemente

—No, tuve una pesadilla— suspiré —debo irme, tenemos clases ¿verdad?—

Ella solo reía por mi actitud, mientras que yo no comprendía que estaba pasando.
La última vez que vi a sky fue cuando persegui a Tomas solo para encontrarla, aunque no me animé a acercarme.

La vez anterior a esa yo la lastime, se que gracias a mí ella se había ido del elite way school para siempre ¿que paso para que terminemos juntos?

—Si amor— respondió mirando su reloj —nos quedamos dormidos, vamos a llegar tarde—

Amor. Me gustaba que me llame así. Me gustaba ser su amor.

Se levantó de la cama con rapidez y entró al baño de su habitación.
Yo la imite, una vez que me pare note que mi camiseta no estaba.

The actingWhere stories live. Discover now