[Terminada] [En edición]
Axel Derry no hubiera creído que un incidente en la biblioteca con el "chico nuevo" iba a iniciar una etapa en su vida que lo iba a marcar para siempre.
Pero había algo en Jayden que lo hacía tan interesante y tan...¿Lindo?
...
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Mamá me miró con una sonrisa cómplice.
—Señora, buenos días —saludó—. Axel.
—No pensé que vendrías tan temprano —lo miré—. Mamá él es Jayden un amigo.
—Un gusto, Jayden. Las puertas de esta casa están abiertas para ti por si deseas venir a visitar a Axel —dijo mamá.
—¡Cariño se nos hace tarde! —gritó papá.
—Bueno chicos los dejo o si no llegaré tarde al bufete —mamá miró a Jayden—. Fue un gusto —se despidió.
Mamá me dio un beso en la mejilla y se fue con papá.
—Se ve que tu mamá es tranquila.
—Solo es porque la viste recién hoy. Suele ser algo molesta.
—Ojalá mi mamá tuviera el mismo brillo que desprende tu mamá —dijo.
—Oye —lo miré—. Me habías dicho que no había ningún problema.
Jayden me dedico una sonrisa relajante.
—Mejor vámonos o se nos hará tarde.
Durante los primeros minutos del camino Jayden estaba como pensativo creo que a penas y lograba escucharme.
Intenté no tocar el tema de su familia porque por lo poco que podía ver si le afectaba demasiado.
Incluso en esos minutos de silencio pude fijarme en aquellos pequeños detalles que tal vez obvié.
Jayden tenía el cabello rubio, pero no de esos rubios comunes era un rubio cenizo y el cabello le quedaba igual de bien sus ojos. Aquellos ojos verdes claros que al momento de tocar el sol parecía brillar.
Pocas veces podías notar sus ojos brillantes.
Además de eso Jayden tenía la piel clara y con una altura muy favorable.
—¿Qué tanto me ves? —dijo él con un tono de gracia en su voz.
Di un ligero sustito. Estaba muy concentrado que poco pensé que él pudiera notarlo.
—Solo pude ver que eres blanco —que acababa de decir.
—¿Qué soy blanco? —me miro confundido.
—No sé que dije, pero no pienses que tengo algo en contra de los blancos solo estaba mirándote para poder analizarte.
—¿Analizarme? —se cruzó de brazos.
—Bueno no exactamente —tragué grueso.
—¿Qué quieres analizar Axel? —se burló de una manera peculiar.
—Olvídalo sigue caminando.
Luego de eso continuamos el resto del camino en un silencio más tranquilo y menos tenso que el anterior.
