Capítulo 11

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Axel

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Axel

—¿Se durmió? —pregunté.

Jayden asintió.

—Creo que es momento de que vayamos a mi casa —dijo él mientras cargaba a su hermanito.

—¿Llamo a un taxi? —preguntó Lizzy en voz baja.

—Podemos ir caminando Lizzy no queda tan lejos.

—¿No crees que es muy tarde? —Jayden me miro y negó.

Volví a hablar.

—Pero ¿Por qué no se quedan a dormir esta noche y mañana vuelves a casa?

El sonido del auto de mis padres nos trajo de nuevo a la realidad.

—No creo que sea correcto además tus papás ya llegaron y lo mejor es que los chicos y yo nos vayamos. No quiero ni imaginar el drama que harían mis padres si no llegamos a dormir a la casa.

La puerta se abrió dejando ver a mi mamá y a mi papá.

—Axel —mamá miró a Jayden y a sus hermanos—. No sabíamos que ibas a tener visita hoy.

—Buenas noches —saludó Jayden.

—Señores buenas noches —dijo Lizzy.

—Él es Jayden. Jayden mis papás.

—Un gusto —saludaron mis papás.

—Bueno, ya debemos irnos.

—¡Oh! ¿No es demasiado tarde para que vayas solo con tus hermanitos? —Jayden negó.

—Vivo relativamente cerca asi que no habrá problema.

—Bueno.

—Fue un gusto conocerlos —se despidió para luego acercarse a la puerta, pero antes de salir se detuvo a mirarme— y Axel, gracias por la tarde agradable que les hiciste pasar a mis hermanos... y a mí —yo solo me dediqué a brindarle una sonrisa cálida para después ver como se iba a alejando con Fran en brazos.

Jayden tenia ese tipo de poder de alterar la vida de las personas. Eso era algo que no conocía hasta aquel día que me tope con él en la biblioteca y poco a poco incluso sin darme cuenta de ello las cosas fueron cambiando.

A la mañana siguiente me levanté con el rico aroma a chocolate caliente que llegaba desde la cocina hasta mi habitación.

Me apresuré en hacer el aseo y bajar a comer. Mamá me miró y sonrió.

—Que bueno que te levantas ya está todo.

—Mira que tu madre se esforzó con el desayuno con el único afán de que nos cuentes todo lo que pasó anoche con ese jovencito que piso nuestra preciada casa y estuvo a solas con nuestro mayor tesoro —dijo papá mientras bebía su chocolate con una ceja levantada.

En el camino los alejó un corazón ©Место, где живут истории. Откройте их для себя