"𝐖𝐡𝐨" - Kang Taehyun x Lectora [𝐄𝐧 𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢ó𝐧]

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟑𝟑: 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥

|| Kang Taehyun ||

Los repentinos gritos provenientes de la fiesta detuvieron a Ning de comenzar a llorar, no podía creer todo lo que había estado aguantando estos últimos meses y yo como amigo no me había dado cuenta.

Ahora las cosas tomaban sentido, sus expresiones apagadas cada que nosotros hablábamos de nuestras vacaciones o cuando no recibía nada cada fin de semana por parte de su madre o hermana.

- Ahora es demasiado tarde para mí – Ning comenzó a buscar algo entre sus cajones y dejo una carta al borde de su cama junto con una lirio blanco – Esta es la flor favorita de mi mamá, quisiera entregársela.

-Aun puedes hacerlo, Ning – Trataba de zafarme de las cuerdas con las que me había atado – Sea lo quesea que estés pensando, por favor... Piénsalo un poco.

- Aunque intente cambiar algo no podría, falle en lo que me encomendaron... La carta que leíste, fue la ultima que ella escribió – Los ojos de Ning comenzaban a cristalizarse nuevamente – Y no falta mucho para que vengan por mí.

- HueningKai – Grite apenas vi como tomaba su varita – Por favor, no.

- Cuídense mucho, tú y los chicos.

Antes de que se pudiera hacer algo, un montón de hombres entraron a la habitación. Eran los del ministerio.

- Kai Kamal Huening, baje su varita – Él al estar de espaldas de los recién llegados, solo sonrió – Joven HueningKai.

-Avada Kedavara...

Una luz cegadora de color verde hizo que cerrara los ojos fuertemente y el sentir un peso cayendo a mis pies hizo que me preocupara.

- ¿Ning?

El fin del primer semestre en Hogwarts había llegado y con ello algunos alumnos decidieron regresar a sus respectivos hogares para descasar.

- ¿Estás seguro de que te quedaras? – Un alegre HueningKai había decidido saltar a la espalda de su amigo, Taehyun – Puedes venir conmigo si quieres, sabes que a mi mamá no le importaría que te lleve.

- Quiero practicar un poco más, además no sé cómo paso, pero consiguieron que tengamos un partido amistoso con la academia Mahoutokoro.

Como era costumbre para ambos, se acompañaron hasta la estación de tren, pero esta vez solo un abordó este.

El camino iba relativamente tranquilo para aquel castaño, aunque extrañaba hacer juegos junto a sus amigos mientras estaba en el vagón. Cuando por fin estuvo en la estación bajó del tren entusiasmado en ver a su madre y hermana, pero no las divisó por ningún lado.

- ¿Se habrán quedado dormidas? – El castaño hizo un pequeño puchero y busco por todos lados a sus familiares y al no tener éxito simplemente suspiro – Tendré que caminar hasta allá.