18. Inoportuno

47.5K 3.8K 2K
                                    

Alcancé a Allison en su auto a la salida del colegio, había olvidado preguntarle por el collar. Así que tenía que hacerlo ahora.

―Mi Argent favorita ―dije cuando la alcancé.

―Soy la única Argent que conoces.

―Y eso te hace aún más especial ―respondí con un guiño.

―Mia, te conozco lo suficiente como para saber que quieres algo.

― ¿Qué? ¿Crees que solo me acercaría a ti para pedirte algo? Solo quería saludarte, saber cómo estaba mi hermosa amiga Allison.

―Habla ya.

―Bien, ¿recuerdas ese collar que usaste el otro día, el que tenía una imagen extraña?

―No es una imagen extraña, es como un lobo o algo así, ¿por qué?

―Es que me pareció ver la misma imagen en alguno de mis libros, quisiera saber si me lo podrías prestar para compararlos, ¿sí?

Ella rodó los ojos. ―Sí, puedo prestártelo, pero ahora mismo no lo tengo conmigo. Pero puedo llevarlo a tu casa mañana, ya que ahora no tienes a Volbee.

― ¿No vendrás al juego?

―No lo sé aún, pero si vengo prometo traerlo.

―Eso sería genial, gracias. Pero aun así trata de venir, ¿sí? No será divertido sin ti.

―Lo pensaré ―respondió―. Nos vemos ―guiñó un ojo y entró en su carro.

Algo me dice que se estaba burlando de mi guiño anterior.

Mi celular vibró en mi bolsillo, me había llegado un mensaje.

De: El idiota de Stilinski
Mia, estoy en el Jeep, ¿vienes?

El mensaje de Stiles me tomó por sorpresa, él había dicho que me traería a la escuela, no que me regresaría a casa, también.

Para: El idiota de Stilinski
Sí, estoy en camino.

Tal vez debería de cambiar su nombre de contacto... no, lo dejaré así, es más divertido.

💙

―Si viene al partido de hoy, me dará el collar, sino mañana lo llevará a mi casa ―le dije a Stiles una vez que ya habíamos salido del estacionamiento―. ¿Para cuándo lo necesitas?

―Mañana está bien ―sabía que él mentía, pero preferí no decir nada al respecto―. Gracias ―dijo luego de unos minutos―. No tienes por qué ayudarme con eso, así que gracias ―explicó luego de ver mi cara de sorpresa.

―Tú no tienes que recogerme cada mañana y traerme de vuelta, y aun así lo haces.

―Es lo que los amigos hacen.

Amigos, empiezo a odiar esa palabra.

―Exacto, amigos... por eso quería ayudarte a conseguir el collar.

Estacionó en mi casa.

―Nos vemos más tarde ―le dije refiriéndome al partido de la noche.

Enamorándome de mi peor enemigo | EMPE #1 | Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora