Extra: Juramento

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Del capítulo 21: No es una cita

Stiles

Por fin era el día del baile, no sé cómo he tenido tanta suerte... es decir, voy a ir con Lydia. Solo hay un problema, no tengo un corsage para darle y tampoco sé cuál comprar. No quiero arruinar este día, tengo que hacer que ella se fije en mí. Tengo qué.

Solo hay una persona que podría ayudarme con esto.

― ¿Aló? ―fue lo primero que dijo cuándo contestó el teléfono.

―Mia, hola. ¿Qué tal? ¿Qué haces? ¿Estás ocupada? ―jamás soné más nervioso.

Antes nos odiábamos, ahora ya no. No sé cómo pasó, solo pasó. Pero... pedirle algo aún era extraño, siempre tenía miedo de que ella me rechazara en cualquier momento. En poco tiempo, Mia se había vuelto importante para mí. No sé si podría soportar que nuestra nueva amistad terminara.

―Justo iba a comer algo, ¿por? ―ella sonaba tranquila, siempre estaba tranquila a mi alrededor.

―Quería saber si me podías acompañar a un lado...

― ¿A dónde?

― ¿Puedo ir por ti? Te lo digo en el camino.

Di que sí, di que sí.

― ¿En el camino a dónde?

―Mia, solo... ¿puedes? Te lo diré luego ―suspiré, creo que ella no va a aceptar―. Solo necesito tu ayuda en algo, eres la única amiga mujer que tengo. Scott no me sirve para esto.

Se demoró en responder, por un momento pensé que había colgado. ―Bien, estaré lista en diez minutos.

―Genial, estaré ahí.

¡Misión cumplida!

Bueno, primera parte de la misión.

🌙

― ¿Me vas a decir a dónde estamos yendo? ―me preguntó. Todo el camino habíamos estado callados, pensé que no tendría que darle explicaciones hasta que llegáramos a una florería.

―Quería comprar un corsage para Lydia... Pero no tengo idea de qué elegir. Te necesito.

Jamás la había necesitado tanto. Aún tenía miedo de que se bajara del Jeep y me dejara aquí sin saber qué hacer. Pero no lo hizo. Ella solo asintió. Me sentía aliviado.

Llegamos a una florería. Había muchas cosas aquí, pero en ningún lado veía un cartel que dijera "Corsages". Creí que esto sería algo así como un supermercado de flores, pero no. Deberían de poner señales.

―Stiles, tienes que preguntar por ellos, no van a estar en exhibición ―dijo Mia.

―Oh ―por esto necesitaba a Mia, ella sabía todo, pero aun así, no podía dejar que supiera que yo no―, claro, eso lo sabía.

Una de las chicas que trabaja en la florería nos dio un catálogo, había muchas fotos. Todo era casi igual. Me sentía perdido viendo estas fotos.

―No muchos chicos traen a sus novias a escoger los corsages ―dijo la chica.

―No es mi novia ―respondí sin mirarla. La idea de Mia y yo juntos era algo extraña, pero no fea. No es que ella me guste, tampoco creo que yo le guste a ella. Pero... es decir, Mia es bonita, inteligente, divertida y ya no me quiere matar... creo.

Enamorándome de mi peor enemigo | EMPE #1 | Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora