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✿ — takeomi akashi
—Quiero un bebé.
Takeomi se quedó sin aliento, casi ahogándose con la inhalación del humo de su cigarrillo actual, pero se recompuso después de unos segundos. Se sacó la barra de nicotina de la boca, contemplando sus siguientes palabras mientras lo mirabas con preocupación.
Ahora estabas pensando en su reacción, casi ahogándote y permaneciendo en silencio por la vacilación, ahora te arrepentías de haberlo mencionado.
—Está bien, tengamos uno.
—Lo siento.. por favor olvídate de lo que dije, espera, ¿qué?— Te das cuenta de lo que dijo. Esboza una sonrisa en los labios, sus ojos ahora en su cigarrillo agitándolo para ver bailar el humo. quemando lentamente el palo, pero en ese momento, no importaba. Sólo tú y su futuro lo hicieron.
— Hagámoslo, tengamos un bebé.— Repite, solo que esta vez asegurándose de ingresar lo que quería decir. Tus ojos comenzaron a arder con lágrimas, ahuecando sus labios con incredulidad de que él realmente estuviera de acuerdo.
Sonríes, tu voz quebrada ligeramente por la felicidad y la renuencia a creer si eso es lo que realmente quiere. — ¿Quieres tener un bebé conmigo? como ahora mismo..
Takeomi aplasta su cigarrillo, lo coloca en el cenicero y te toma de la muñeca para empujarte directamente hacia su pecho. Puedes escuchar la forma en que su pulso está latiendo rápidamente, pero tu corazón se refleja de la misma manera cuando asiente— Quiero que seas la madre de mis hijos, ahora mismo.
—¿De verdad?
—Mhm.— Tus ojos se iluminan, mostrando lo emocionada que estabas por formar una pequeña familia con él, tomando su rostro con las palmas de las manos, empujadole a darle un largo beso; finalmente, otro paso en tu relación.
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✿ — ran haitani
Ran y tú estaban abrazados en el sofá, tus ojos sobre la televisión y él ocasionalmente dejaba besos en tu frente. Los personajes de la familia eran una pareja que finalmente tuvo un recién nacido, lo que hizo que se te encogiera el pecho al pensarlo.
¿Alguna vez tendrías una oportunidad como esa con Ran?
Con su ocupación y básicamente los peligros que conlleva su propio nombre, ¿se le permitió pensar en algo tan doméstico como crear una pequeña familia con él?
— Estás mirando al vacío de nuevo. —Susurró Ran en tu oído, una mano acariciando tu espalda de arriba y abajo haciéndote sacudir la cabeza para aclarar su suposición.
— No, estoy viendo el programa. Mira, ahora tienen un hijo.
Haitani tarareó, ignorando el hecho de que estabas escondiendo algo pero aún así te miraba por si acaso. Que no duró mucho porque expresaste tus pensamientos.
—¿Estaría bien.. que alguna vez tuviéramos una familia propia?
Tu novio parpadeó, envolviendo su cabeza alrededor de tus palabras. riendo ante la idea y apretándote con fuerza contra él, lo que te hizo retorcer, pero solo para relajarte cuando viste esa sonrisa de suficiencia en su rostro.
—¿Quieres tener un hijo conmigo? ¿Quieres que te llene de mi semen y te haga mami?
Tu rostro comenzó a calentarse con sus palabras, frunciendo el ceño mientras él se reía disimuladamente.
—No tenías que ser tan vulgar.
Sin embargo, elige ignorarte con un beso en los labios y se sienta para acunarte con fuerza, poniemdose de pie y camina hacia el dormitorio.
—Vamos, te daré un bebé.
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✿ — rindou haitani
—¿Qué piensas de los bebés?— dices la pregunta, mirándolo mientras ahora estaba sumido en sus pensamientos sobre su respuesta. Se frotó la sien.
—Mh, mucho trabajo.
Tu sonrisa se desvaneció ante su respuesta y comenzaste a inclinarse hacia su lado del sofá. Ahora contemplando si alguna vez querría tener un bebé contigo pronto o realmente, alguna vez.
—Aunque no me importa tener un bebé contigo.
Tus ojos se vuelven hacia tu novio mientras él mantiene sus ojos en la televisión, sus manos acariciando tus pantorrillas pero una pequeña sonrisa en sus labios. Pronto, fingió molestia cubriendo su expresión.
—El mocoso va a tomar toda tu atención dejándome sin ninguna.
Te ríes con suavidad de su respuesta, pinchandole con el dedo del pie, ganando un pequeño grito de él, pero continúas de cualquier manera.
— Tal vez, pero recibirás mucha atención de ese supuesto mocoso.
Rindou te mira, ahora manteniendo sus tonos violetas.
—Así que, ¿quieres tener uno?
—Sí quiero— Tu voz vacilante ante las emociones que se precipitan de una vez, ya imaginando la pequeña familia con la que soñaste. Ya puedes ver la mirada nublada, sintiendo que su corazón se aprieta al pensar que quieres construir una familia con él.
Con las manos todavía amasando las pantorrillas, soltaron y ahora dibujan formas de corazón en tu piel.
