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♡ — MIKEY !
Mikey duda al principio. Prefiere mantener su vida privada exactamente así: privada. La idea de traer a su niña pequeña, que apenas puede caminar y todavía está felizmente babeando en su camisa, no le sienta bien. Pero cuando las cosas se complican y las niñeras están ocupadas al mismo tiempo que tú estás ocupado con el trabajo, no le queda más remedio que asistir a su reunión de Bonten, su hija de dos años tirando de las puntas de su cabello platino mientras Kokonoi habla de la agenda.
Bueno, es más como tratar de discutir la agenda, ya que no tiene sentido repasar los detalles cuando su líder no está escuchando.
La atención de Mikey está únicamente en su hija, arrullando y tocando sus mejillas cada vez que sus pequeñas y regordetas manos agarran su rostro.
—¿Qué pasa, amor?.—pregunta, frunciendo el ceño y luciendo demasiado para un hombre que sostiene a una niña que se ríe tontamente.—¿Leche? Quieres leche? Tal vez galletas o ..
—Uh.— interrumpe Kakucho, levantando una mano para llamar su atención.— Podemos continuar esto en otro momento, Mikey. No hay prisa. Te esperaremos cuando estés libre para discutir nuestra próxima misión.
