¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ser la mejor amiga de Nahoya y Souya incluiría:
- Nunca los llames por sus apodos (también conocidos como Smiley y Angry) porque se conocen desde hace tanto tiempo que no puedes llamarlos de otra manera que sus nombres reales.
- Y, sinceramente, a ellos realmente no les importa, están tan acostumbrados y les encanta.
- Llamarlos Nahoya y Souya frente a Toman tampoco les molesta, principalmente porque Smiley le daría una paliza a cualquiera que se burlara de ellos (o de ti) por eso.
- Sin mencionar que todos en la pandilla te respetan, aunque no seas parte de ella.
- Todos te conocen muy bien porque los gemelos a menudo te llevan a las reuniones para que puedas pasar el rato con ellos durante y después, le gustas a todos en Toman, aunque no tanto como a los gemelos.
- Hablando de pasar el rato juntos, espera mucho conducir a altas horas de la noche por la ciudad con ellos.
- No importa si son las 3 am y al principio estabas tratando de dormir, están frente a tu casa en medio de la noche, ya sea llamando a tu teléfono hasta que te despiertes o golpeando tu ventana para atrapar tu atención.
- Nahoya es el autor intelectual de esto, y aunque a Souya no le gusta despertarte así cuando sabe lo importante que puede ser dormir, todavía disfruta la idea de poder pasar el rato con su hermano y su segunda persona favorita en el mundo.
- Estos dos discuten en broma para saber con quién vas a conducir esta noche, solo para terminar con la misma conclusión cada vez: debes conducir con Souya primero y luego con Nahoya cuando regreses a casa, es estúpidamente lindo.
- También espera que sean más protectores contigo.
- No permiten que nadie sospechoso se acerque a ti y si alguien se atreve a faltarte el respeto, apuesto a que golpearan a esa persona hasta que se desmaye o se disculpe adecuadamente.
- Nahoya nunca duda en lanzar golpes por ti, para tu disgusto porque preferirías no verlo ponerse violento por tu mero bien, pero aun así lo aprecias en el fondo.
- Souya está un poco más relajado sobre esto que su hermano, prefiere expresar su disgusto oralmente antes que hacer cualquier otra cosa.
- Pero si la persona que te está molestando no te entiende con palabras sencillas, también te dará puñetazos, sin hacer preguntas.
- No bromean cuando se trata de su mejor amiga.
- Ambos acuden a ti cuando necesitan ser curados y aunque odias verlos magullados y heridos, los cuidas con mucho amor y afecto.
- Dales besos en las mejillas después por favor, ambos lo disfrutan mucho y lo extrañarían si no lo haces cada vez.
♡ ♡ ♡ ♡ ♡
BONUS:
Una mirada pesada se deslizó por tus labios, ojos preocupados enfocados en la pequeña bola de algodón que estabas rozando contra el brazo de Smiley.
Dolía, lo sabías, notando fácilmente la forma en que sus cejas se torcieron a pesar de la eterna sonrisa plasmada en su rostro, pero se merecía un poco de dolor por preocuparte tanto.
—En serio..— Suspiraste de nuevo mientras terminabas de limpiar el corte—Ustedes dos son increíbles.
—Lo lamentamos.
Angry se apresuró a disculparse, observandote cuidar a su hermano gemelo desde su asiento en la silla del escritorio de tu dormitorio, con pequeñas tiritas cubriendo su rostro aquí y allá.
—Yo no— Nahoya agregó, sonriendo tortuosamente con un leve movimiento de su ojo cerrado.— Esos imbéciles se lo merecían por hablar mierda de ti.
—Hoya, no fue gran cosa, ¿sabes?
—Para mí, lo fue.
Sacudiendo la cabeza, no pudiste evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en tu rostro ante sus palabras, el corazón latía cálidamente en tu pecho mientras ponías un vendaje limpio alrededor de su brazo.
—Ustedes son dos grandes idiotas, ¿lo sabían?—Susurraste, pero ellos sabían que en el fondo, en realidad no los estabas insultando al ver lo feliz que era tu expresión.
Sonriendo, Smiley te agradeció suavemente cuando te apartaste de él, ordenando todo lo que usaste para limpiar las pocas heridas que tenían de la pelea anterior.
—Oye, T/N— Tu atención fue captada por la voz de Nahoya resonando en la habitación—¿No te olvidas de algo?
Mirándolo con las cejas levantadas, pusiste los ojos en blanco con una risa cuando lo viste tocándose la mejilla con un dedo, con la cabeza ligeramente girada para que pudieras tener una vista completa.
Suavemente, rozaste tus labios contra su mejillas en un dulce beso, la sonrisa de Nahoya se hizo aún más grande ante el gesto, visiblemente satisfecha.
Iba a agradecerte de nuevo cuando su hermano tropezó más cerca de ti, casi empujando la silla en la que inicialmente estaba sentada.
