capitulo 10

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Un enorme suspiro lleno la habitación vacía desde hace 3 días, el hombre se sento en la cama vacía con la tela fina y cara que llevaba las sábanas que cubrían la enorme cama, un lugar que sucumbia de desesperación, llanto, cortes de sangre, dolores de páncreas, todo eso era su culpa, todo mal, todo mal, siempre todo va a estar mal, el error fue de... ¿de quien? Pensaba aquel hombre seguido de otro largo suspiro.

- Señor denki, van 3 días seguidos, a la misma hora viniendo a la habitación de joven kaminari- decía komu, el mayordomo personal de los denki.

- ¿Desde que empezó a andar con el kirishima cuantos intentos tiene?

-Solo 2 señor...

-¿Me podrías recordar desde que edad?

- Desde los 11 señor...- otro largo suspiro de parte del denki mayor.

- Dime komu, si el no aprende a la buena tiene que hacerlo a la mala, lo intentamos a la buena y no se pudo, lo empezamos a intentar como ahora y es ya muy raro que haga algo mal- El mayordomo solo guardo silencio y miro al hombre sentado en la esquina de la cama, vio como se levantó y se acercó a una repisa que el del rayo tenía tenía su habitación, tenía muchos logros, que para su padre eran su obligación, todos los del segundo lugar estaban en un lugar que solo kaminari conocía se negaba a tirarlos ya que se esforzó y aunque no conseguía el primero igualmente se podía dar a entender que se esforzó, el denki mayor miro la repisa tenía trofeos, medallas, reconocimientos, de todo, había uno en especial, era tan solo un papel pero era el más especial de todos, era de la primera vez que operaron a kaminari del páncreas, estaba asustado y no quería hacerlo, tenía tan solo 10 años, pero después de la operación le dieron ese papel, un reconocimiento por ser tan valiente. El hombre abrió la enorme vitrina lenta y cuidadosamente, tomó el pequeño reconocimiento y lo comenzó a mirar, de pronto algo pasó se sintió irritado y molesto, comenzó a arrugar el papel fuertemente y después comenzó a partirlo hasta el punto de dejarlo hecho añicos, comenzó a tomar las cosas y las comenzó a lanzar por todo la habitación tirando las y dejando algunas con abolladuras, papeles rotos o arrugados pero una voz hizo que parara en seco.

- Padre...- una voz cortante casi inaudible con un gran nudo en la garganta notorio, el chico se acercó y comenzó a tomar sus premios que tanto esfuerzo le habían costado juntar con el pasar de los años, tomó algunos y los abrazo como si de un bebé se tratan, derrepente comenzó a llorar, seguido por un grito desgarrador que seguramente se escucharía hasta el otro lado del país, eijiro quién esperaba afuera para darle privacidad a su novio con su padre escucho el grito y sin dudarlo entro corriendo a la enorme casa, hasta llegar al cuarto de su pareja mirando a kaminari tirado en el piso con su montón de trofeos, medallas, reconocimientos entre otras cosas abrazadas con sus manos temblando, parecía que estaba teniendo una crisis porque no paraba de temblar, no soltaba sus cosas y solo repetía una y otra vez, unas palabras con una voz cortada, seca y con mucho miedo- Es mi culpa... nada es mío, es mi culpa... nada es mío- y así sucesivamente, sus uñas se encajaban en su piel con gran fuerza, el padre de kaminari estaba ahí parado, con una cara de terror y arrepentimiento, eijiro no sabía exactamente qué estaba pasando pero no tenía tiempo de descubrirlo, se quito la chaqueta que traía y salió corriendo con kaminari, le puso la chaqueta en sus hombros y lo abrazo, ambos ahí en el suelo, y kaminari con una cara de horror.

Después de un rato de estar así kaminari se fue calmando y soltando sus cosas, eijiro sacó de sus bolsillos unas pequeñas pastillas y se las dio a un kaminari un poco más calmado.

-¿!Que diablos le estas dando a mi hijo!?- se acercaba el padre del rubio, eijiro lo fulmino con la mirada dándole advertencia para que no se acercara.

-Por si no lo sabía kaminari tiene una severa ansiedad, cuando se pone así tengo que esperar a que se calme y darle pastillas para que se calme casi por completo, siempre tengo esas pastillas en mi bolsillo, desde que le casi destrozara el tobillo empezó con ataques más fuertes de lo normal y le subieron la dosis de pastillas, pero nunca había visto que se pusiera así de mal- decía el pelirrojo aún con kaminari entre sus brazos y acariciando las marcas que se había dejado su novio en el brazo por encajarse las uñas y las cosas que tenia en las manos abrazadas.

- Y-yo, yo me quiero ir...- por fin hablo con cordura el rubio, el padre de este abrió los ojos como platos y se acercaba con rapidez a ambos, kaminari al ver esto se tenso y se abrazo más a eijiro, el cual lo abrazo más fuerte y volvió a ver con gran rabia al padre de su novio.

- Kaminari... no era mi intención es solo que, estaba molesto... te fuiste y no regresaste y...- callo por un momento.

- Y-yo a-ahora no puedo verte a la cara, no quiero volver a ponerme mal, yo solo, felicidades, acabas de romper y destrozar todo lo que me hacia pensar que no era un hijo tan mierda- decía mientras se recargaba en el pecho del pelirrojo, se comenzaron a escuchar sus sollozos más fuertes, eijiro lo cargo estilo princesa y kaminari sin quitar la cabeza del pecho de su pareja, se contuvo un poco las lágrimas y con valor- adiós, lamento que cada que mires mi cuarto recuerdes que a pesar de hacer lo imposible siempre termine siendo un perdedor y el peor hijo- por fin terminó y ambos chicos se retiraron de la habitación, encontrando justo en la puerta a la madre del rubio, la cual miró a ambos chicos muy extraño, esto no les sorprendia pues estuvo ausente por una semana y apenas iba regresando, la madre analizo la situación y se paro firme.

- Kaminari, se que es tu pareja pero o me saludas bien y me explicas que es este desastre, o asume las consecuencias- kaminari se volvió a tensar y tomó fuerte la camisa de eijiro.

- Señora, se que es su hijo, pero si tanto quiere saber pregúntele a su esposo, quien fue el que rompió los premios de su hijo, y lo dejó con la fedula en el pie que ahora trae, a y no olvidemos que le causó un ataque extremo de ansiedad- expuso eijiro firme.

- Kirishima, si mi marido hizo esto fue culpa de kaminari, todo lo que pasa malo, siempre es culpa de el, y sus "ataques de ansiedad" no son más que para llamar la atención.

- Ya estoy arto! Bien si fueran para llamar la atención que no lo son, es por algo, ¿no? Esta es la razón por la que eh tratado y tratado y tratado de matarme, si tanto les molesta y les hago una miseria su vida porque diablos me siguen pagando las malditas operaciones! Mejor ya déjenme morir y todos felices, me iré con la tía inko por un tiempo, ya que no puedo quedarme a darle molestias a eijiro, pero que les quede claro, no lo hago por mi, lo hago por ustedes para que se libren de esta molestia al menos por un tiempo- ambos padres se quedaron parados, la madre de kaminari comenzó a llorar, sabía que tenía intentos de suicidio pero no se imaginaba que pasaba de 2 o 3, eijiro y kaminari salieron de ahí, escuchando los gritos de la madre del rubio llamándole por su nombre, pero no eran autoritarios, no está vez eran de terror, de desesperación, eran de tristeza, todas juntas en gritos, kaminari solo lo ignoraba aunque por dentro se le partía el corazón, después de todo, seguía siendo su madre y eso le dolía muchísimo.

《 Sad Song 》KIRIKAMI Where stories live. Discover now