Segunda parte de cuando una fan conoce a su ídolo y le da su numero de teléfono.
—Tienes que ayudarme.—rogó juntando sus manos.
—¿Cómo?—frunció el ceño.
—Vendrá por mi en una hora, y se supone que ya todos estamos dormidos. Solo deja la puerta abierta, es tu casa.
—Diana.—hizo una mueca no muy segura.
—Alondra.—hizo un puchero.—Por favor. Solo será un par de horas.—bufo.
—Bien, pero me mantienes al tanto.
—Claro que si.—sonrió—Gracias, gracias.— Diana corrió hacia el baño de la habitación y comenzó a arreglarse—¿Debería usar un vestido?
-Si quieres que te meta mano.- contesto mientras veía un libro.-
—El vestido será.—ambas rieron—No quiero verme ofrecida.—mostró un vestido—Pero tampoco tan informal—Saco unos jeans.
—Esa falda con esa blusa, la blusa levanta tu escote.—guiño un ojo.
—¡Eso será!.—rápidamente volvió a baño cambiándose.
No tardó mucho en sonar su teléfono indicando un mensaje en el cual Tom le decía que ya estaba esperándola afuera.
—¡Ya llego!.—termino de peinarse y en compañía de Alondra caminaron tratando de no hacer ruido hasta la cochera, donde abrió levemente la puerta y el Lamborghini blanco estaba ahí en la entrada.
—Dios te miro cuando llegaste a Los Ángeles.
—Definitivamente.—contesto sin apartar su mirada del auto el cual no tardo en apagarse, la puerta del piloto abrió dejando ver a Tom salir y caminar sonriendo hasta ella.
—Hola.
—Hola.—sonrió— Me voy, te aviso cualquier cosa.—beso la mejilla de su prima y esta asintió. Tom movió su mano en forma de despedida mientras que Alondra repetía su acción.
Tom casi corrió hacia la puerta del copiloto para abrirla para ella.
—Gracias.—murmuro mordiendo su labio inferior al mismo tiempo que subía al auto.
Tom tarareo en respuesta y rodeo este y se subió al auto, lo encendió y en silencio comenzó a conducir.
—¿Tienes algo pensado?.— la miro de reojo—¿Conoces Los Ángeles?
—No mucho.—negó jugando con sus dedos—Soy fan de In- N-Out.—sonrió provocando que Tom riera.
—Tengo un plan.
—¿Sí?
—Conozco un buen lugar para ver la ciudad, podemos comprar un par de hamburguesas e ir a ver la ciudad, no creo que haya mucha gente.
—Claro.—asintió—Me gusta el plan.
—Vamos entonces.—concentro nuevamente su mirada en el camino y rápidamente llego a In-N-Out donde compro todo lo necesario.
En cuestión de veinte minutos ya estaban ahí, era una pequeña montaña y tenía razón, se veía increíble desde ahí, Diana se bajo del auto y Tom detrás de ella.
—Es muy bonito.—lo miro el asintió.
—Lo es.— se subió al capot del auto con la comida en sus manos—Ven siéntate.—palmeo a su lado y Diana con cuidado se subió alisando su falda—Aquí tienes.—le entrego la hamburguesa al mismo tiempo que le daba una mordida a la suya.
—Gracias.—sonrió.
—¿Te quedaras mucho acá?.—pregunto.
—Me voy el sábado.—asintió.
