Corazón encadenado | Tokyo Revengers | MikeyxOc

Infierno

Capítulo dedicado a MarluARMY
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Cuando no vio a sus amigos en la cafetería se puso nerviosa. Sabía que irían tras Mikey y no deseaba que la viera en ese estado. Así que cuando terminó si turno corrió rápidamente a su casa para encerrarse en su habitación con Kyoko.

Su hermanita le alegro un poco el día, había hecho un dibujo por su cumpleaños. Ambas niñas hacían sus deberes mientras comían rodajas de manzana. Ya había terminado con sus labores en casa.

Por la noche se escuchó que golpeaban la ventana de su habitación. Se acercó para abrir la cortina dejando ver a Mikey trepado en el árbol.

– ¿Puedo pasar? – hablo bajo mirándola seriamente –

La chica abrió la ventana con cuidado de no hacer ruido para que él entrara. Una vez dentro abraza a la chica entre sus brazos con fuerza sin llegar a lastimarla.

– ¿Qué te esta pasando, Midori? – dice comenzando sus caricias en el cabello de ella – Cambias tus horarios, ya no sales con nosotros, de no ser por Draken y Emma no me entero que tienes trabajo,  y  para colmo Haru siempre dice que no estás.

– Lo siento Mikey... – se aferra a él ocultándose en su pecho dejando salir un par de lágrimas –

– ¿Ya no confías ni en mi? Yo puedo ayudarte, solo tienes que decirme qué sucede – su voz sonaba más tranquila, no quería alterarla –

– Desearía ser fuerte como tú. Mei dejo de darme mesada para gastos personales así que conseguí un trabajo de medio tiempo. Y aparte ayudo en casa – no quería decirte todo al chico, sabía que armaría un escándalo –

– Estás descuidando tu salud. Dime ¿Estás comiendo bien? ¿Duermes lo necesario? – se separa de ella para mirarla, pero está simplemente desvía sus ojos evitando verlo –

– Estoy comiendo y durmiendo – dijo más no afirmó si lo suficiente –

– Ven aquí – la guío hasta la cama para ambos recostarse en esta. La atrajo nuevamente entre sus brazos – ¿Estás cómoda?

– Si... – susurra cerrando sus ojos mientras se acomodaba contra él –

– Vamos a resolverlo un paso a la vez ¿Si?. Quiero que me respondas con sinceridad ¿Cuántas veces al día comes? – retoma sus caricias –

– En la mañana y por la noche algo ligero – no quería verlo, sabía que la regañaría –

– Bien. – suelta un suspiro para después continuar – Debes tener un breve descanso en tu trabajo. Si es necesario te llevaré algo para comer y cuando no pueda seguro Emma lo hará. No quiero que te saltes esa comida.

– N-No, no puedo pedirte eso – se aferra a su camisa aún sin verlo –

– No te estoy pidiendo permiso, es un aviso. Aún tienes pesadillas ¿Verdad?

– A veces no me dejan dormir. Incluso tengo miedo de hacerlo.

Se quedó en silencio unos minutos, ahora empezaba a entender un poco más los cambios de ella. Que claramente no le gustaba. Estaba molesto consigo mismo por no darse cuenta antes.