Corazón encadenado | Tokyo Revengers | MikeyxOc

Amistad

Este capítulo es dedicado a panconnaranja
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Midori le dió indicaciones de su hogar. Al llegar la primera en bajar fue la chica, quien corrió rápidamente a la casa, necesitaba ver a su hermanita bien.

Cuando entró Kyoko estaba en la sala, viendo la televisión. Se acercó gritando su nombre y la estrechó en sus brazos dejando salir nuevamente su llanto.

– Mimi ¿Qué sucede? – pregunto la pequeña ocultándose contra su hermana –

– Me alegro haber llegado a tiempo, si algo te pasará yo... – decía con voz entrecortada sin soltarla –

– Midori, tenemos que irnos antes de que llegue – al verlas sintió un poco de tristeza. Quería darles su espacio pero tenían que salir de ahí –

Cargo en sus brazos a la pequeña, estaba temblando aun por el miedo de hace unos momentos. Caminaron hacia la motocicleta colocando a Kyoko en medio de los dos. 

– Iré despacio, pero ambas tienen que sujetarse de mi – decía mientras encendía el vehículo –

– ¿Quién es él Mimi? – lo sujeto fuerte de la cintura mientras su hermana la abrazaba y a la vez se sostenía del muchacho –

– Soy amigo de tu hermana – voltea para sonreírle y así calmar un poco la tensión – bueno aquí vamos.

Esas simples palabras de  Mitsuya hicieron sus lágrimas volvieran a salir. Puede que lo dijera para no preocupar a Kyoko. Aún si fuera una mentira quería disfrutar de esta. Por un momento sintió que las cosas volvían a ser como antes.

Unos minutos más tarde ya estaban en la casa del joven. Bajo primero para ayudarlas, observo como Midori no dejaba de llorar y eso le preocupo un poco.

Entraron al hogar y en la sala estaban dos niñas jugando con unos peluches que pudo recordar. Eran los que Mitsuya había hecho hace mucho.

– Mana, Luna. ¿Recuerdan a Kyoko? – ambas asintieron respondiendo a la pregunta – Tengo que hablar con Midori ¿Podrían jugar con ella?

– Kyoko, ¿Te gustaría contarles tú historia favorita? Puede que les guste – trataba de hablar lo más tranquila que podía –

– Si, pero ¿Estarás bien Mimi? – la veía preocupada –

– Tu hermana estará bien, solo necesita descansar – se acerca agachándose para quedar a su altura – Anda ve a jugar un poco con mis hermanas yo cuidare a Midori.

Con algo de temor se acercó a las niñas. Al ver qué empezaban a llevarse bien el joven tomo de los hombros a la chica para llevarla a su habitación.

Entraron y dejo la puerta abierta para no incomodarla. Hizo que se sentará en la cama y él se agachó en el suelo buscando su mirada.

– ¿Quieres hablarlo hoy? – vio como negaba con la cabeza, sus lagrimas habían cesado ahora intentaba regular su respiración – Bien. Te prestaré ropa para que duermas, Kyoko estará con Mana y Luna, yo dormiré en la sala.

– Mitsuya... Perdóname – quería decirle tantas cosas pero de su boca solo pudo salir esas dos palabras –

– Tranquila, mañana hablaremos sobre eso. Ambas están a salvo aquí – le dedica una pequeña sonrisa para tratar de animarla –

Busco entre sus cosas algo que pudiera quedarle a la chica y un cambio para él ya que aún estaba en uniforme. Le extendió la ropa, ella la tomo agradeciéndole.