𝟮.𝟰.

243 30 20
                                    


Aparté su mano de la mía y vi como se estremecía cuando lo hice, retirando su mano lentamente.

—¿En... qué estabas pensando? —pregunté y él parpadeó durante un instante.

—Pensaba que me odiabas porque te fuiste y estaba dolido, así que busqué consuelo en otra persona —habló con un tono de voz neutral, pero podía oír como empezaba a ponerse a la defensiva.

Y de acuerdo, quizás esa fuera una razón suficientemente válida. Pero aún estaba cabreada. ¿A caso tenía derecho a estarlo?

—¿Pero tu ex? Jimin, yo...

—Sí, ____, mi ex. No creo que tengas el derecho a estar enfadada. Te marchaste. Sabías que mis sentimientos por ti eran diferentes a lo que creías en un principio, ¡y te fuiste de todos modos! —exclamó alzando la voz y puse los ojos en blanco, soltando una risa fingida.

—¡No estaba obligada a quedarme solo porque yo te gustase!

—¡Pero yo también te gusto!

—¡No estoy segura, Jimin, y sigo sin estarlo! ¡Aparte, literalmente has dicho hace como quince minutos que entendías por qué me había ido y que no necesitaba pedirte disculpas por eso! —señalé y él soltó un bufido a modo de burla.

—Y lo entiendo, pero eso no significa que duela menos, ____. Estaba hecho polvo y ella había venido para recoger una pinza del pelo que perdió en la fiesta y una cosa llevó a la o...

—¿Así que tres días después de lo que pasó entre tú y yo, ella pasaba por tu casa de casualidad para recoger su "pincita del pelo"? ¿No crees que lo planeó? —dije incrédula, incapaz de creerme lo estúpido que era.

—¿Y qué pasa si lo hizo? Para mí fue sexo sin más, no significó nada, fue para sacarte de mi cabeza. No creo que tengas derecho a estar enfadada.

—Yo tampoco lo creo, ¡pero aun así lo estoy! —exclamé y puso los ojos en blanco mientras una sonrisita burlona le bailaba en los labios.

—No estás enfadada, estás celosa.

—No estoy celosa, Jimin, no seas ridículo —me reí, ahora incluso más cabreada.

—Sí que lo estás.

—Si te digo: «vamos arriba a follar» ahora mismo estarías más que dispuesto a hacerlo, ¿así que por qué iba a estar celosa? —pregunté pausadamente, presenciando como poco a poco se le oscurecían los ojos.

—Está bien. No estás celosa. Estás enfadada porque me acosté con alguien más porque te gusto. Ni siquiera te molestes en decir que aún no estás segura porque esa es la única razón por la que estás enfadada. Y en ese caso lo entiendo. Y lo siento. No volveré a hacerlo —dijo calmadamente y no contesté, miré hacia otro lado.

Unos momentos más tarde estiró el brazo para agarrarme la mano con indecisión, midiendo mi reacción antes de entrelazar nuestros dedos de nuevo.

—No tienes que disculparte. Solo me estoy comportando como una tonta —admití y Jimin soltó una carcajada, acercándose más a mí.

—Te pediré perdón todas las veces que necesites que lo haga. Me gustas mucho, ____, y me has gustado desde hace ya algo de tiempo. No quiero joder lo que sea que esté pasando entre nosotros. Y sé que todavía tienes dudas y que aún quieres odiarme o lo que sea, pero no me importa esperar hasta que estés lista. Estoy dispuesto a esperar un tiempo para ganarme tu corazón —dijo en voz baja y se me instaló una sensación cálida en el pecho.

El contraste entre este Jimin y el Jimin de la semana pasada era verdaderamente abrumador. Tenía tantas caras que era difícil llevar la cuenta.

—Lo siento.

FILTER || pjm. (Traducción)Where stories live. Discover now