FUTURE ⸻ Mitsukkai

➪ 16.

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Su último destino fue la casa del terror.

Para ser justos, solo Yukine quería entrar pero como lógicamente no podía entrar solo, Yuu fue el siguiente en acceder a entrar, alegando que el debía protegerlo, comentario que se ganó un ligero golpe en la cabeza de parte de Yuki.

— Me puedo cuidar solo — dijo, dando un paso más en la fila hacia la atracción.

Finalmente Hakkai decidió que no podían mandar a dos niños de seis años a una casa del terror solos, así que se acercó a ellos, espero que Takashi también lo hiciera, sin embargo se quedó rezagado tras ellos.

— ¿Ocurre algo? — le pregunto.

— No nada, que se diviertan.

— ¿No vas a entrar? — Hakkai estaba confundido, creyó que Takashi sería el primero en correr a la atracción siendo que se había mostrado tan temerario a lo largo del día.

El omega negó y Hakkai distinguió entre los variados aromas, el olor de su omega asustado.

Dudo un poco en acercarse, pero finalmente lo hizo y al estar frente a el tomo su mano con delicadeza y las entrelazó, justo como cuando el era el asustado.

Planeaba decirle que se quedará tranquilo y el entraría con los gemelos, pero Takashi miro sus manos entrelazadas y se adelantó a hablar.

— Vamos.

Takashi parecía haber recobrado el valor, así que ambos se sonrieron y entraron con los gemelos, la oscuridad los invadió de inmediato.

Escucharon lejanos gritos producidos por el eco del lugar pero siguieron caminando, Yuu había brincado a los brazos de Hakkai apenas entraron al lugar, Yukine iba agarrado de su mano izquierda mientras que con la derecha aún sostenía la mano de Hakkai.

Notaba el ligero temblor de la mano de Yuki, que esperaba expectante que algo ocurriera, Takashi rezaba porque nada pasará, la falta de luz por si sola era desalentadora.

Pasaron por una especie de pasillo con aspecto antiguo, en el suelo había restos de huesos que Takashi claramente supuso eran de utilería.

Por el momento todo estaba tranquilo, estaba, porque de un momento escucharon un chirrido y el sonido de metal arrastrándose, Takashi se alertó y dirigió su mirada al lugar de dónde provenía el ruido, buscando entre la oscuridad.

Había un hombre, caminando hacia ellos, las cadenas que regían sus manos estaba arrastrándose por el suelo y no pudo evitar notar el color rojo en su ropa, buscando la apariencia de la sangre.

Mitsuya era un adulto, por supuesto que sabía que nada de eso era cierto, pero al termino de cuentas la finalidad era asustar y lo lograba, siempre le tuvo terror a ese tipo de lugares.

Sin poder evitarlo su corazón se aceleró y corrió a uno de los pasillos continuos, en un intento de escapar, arrastró con el a Yukine y Hakkai, que a su vez llevaba a Yuu, así que terminaron por dirigirse al mismo lugar.

Finalmente después de mil paros cardíacos, gritos, personas envueltas en sangre falsa y ruidos estridentes, logro salir de ahí.

Se apoyo en sus rodillas intentando recuperar el aire, algunas personas que pasaban lo veían con disimulada burla, resistió el impulso de levantarles el dedo medio solo por educación.

Hakkai se acercó hasta el y sintió su mano dejando leves caricias en su espalda, después de eso se levantó y lo miro, una ola de repentina vergüenza lo recorrió.

— Perdón por eso — trato de reír, para disimular la pena del momento.

— Oh, no te preocupes, yo también me asusté — le sonrió.

Yuu seguía enroscado con todas sus fuerzas en los brazos de Hakkai, escucho apenas en un murmuró su voz.

— ¿Ya puedo abrir los ojos?

Takashi comenzó a reírse de su hijo a pesar de que el estaba igual de asustado hace unos segundos, Hakkai lo miro con desaprobación y después le dijo que si con una sonrisa a Yuu.

Entonces lo noto.

— ¿Y Yukine?

Los tres buscaron al niño con la mirada, no estaba con ellos.

Takashi corrió de inmediato de vuelta a la terrorífica atracción, siendo seguido por Hakkai, sin embargo no lo espero, simplemente entro de nuevo solo.

Literalmente busco por todos lados a Yukine y no lo encontró, para ese punto los encargados de la atracción también lo estaba buscando y por supuesto habían encendido las luces, nadie lo encontró.

Takashi estaba seguro que se pondría a llorar en cualquier segundo, sentía el aire abandonando sus pulmones sin posibilidades de volver a ingresar.

En poco tiempo ya no solo buscaban en la casa, si no que en el resto de la feria.

En realidad no pasaron ni tres minutos cuando lo encontraron.

Takashi corrió hasta el y lo abrazo, sintiendo la angustia abandonar su cuerpo poco a poco, siendo remplazado por un repentino enojo apenas escucho la explicación de su hijo.

— Me aburrí en la casa del terror, así que me adelante a buscar otro juego. — lo dijo con tanta naturalidad que Takashi se molestó aún más.

Hakkai también estaba aliviado de haberlo encontrado, pero se limito a tratar de tranquilizar a el padre de los gemelos.

Finalmente propuso ir a su casa a cenar y ver alguna película, así que algunos quince minutos más tarde iban en el auto, con un Takashi mucho más tranquilo que antes.

Al llegar le pidió a uno de los cocineros que preparará algo y dejo que los gemelos explorarán la amplitud de su casa, Takashi también lo hacía, aunque más disimuladamente y desde su lugar.

Mientras tanto ellos se sentaron en el sofá con tranquilidad, sabiendo que los gemelos estaban siendo supervisados por el personal de su casa.

— Fue un lindo día, quitando el final, gracias Hakkai — fue lo que dijo Takashi, después de un rato en silencio.

— Aún no acaba

Ese día había estado repleto de sonrisas, pero eso no los limitó de volver a compartir una.

Después de cenar y ver una película los gemelos se habían quedado dormido después de la descarga de energía de ese día.

Hakkai les propuso quedarse ahí y después de un rato de insistir Takashi acepto así que llevaron a los gemelos a una de las habitaciones de invitados.

Ellos, sin embargo, se dirigieron a la cocina.

— ¿Quieres algo de beber?

•••

No había planeado actualizar hoy, honestamente pensaba deshidratarme de puro llorar después de ver el capítulo nuevo de tokyo revengers, pero finalmente decidí que necesitaba distraerme en algo para quitar mi playlist ochentera de canciones tristes, en fin.

Eso, chao. <3