Rompiendo la coraza

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- parecen niños -los regaño Mycroft al tenerlos que haber ido a buscar.

- estamos bien, abbbbsolutammmmente ben... -dijiste levantando tus pulgares, de la nada te dieron náuseas y terminaste vomitando frente al mayor, manchando un poco sus zapatos.

- JAJAJA -se ríe Sherlock de la cara de desagrado de su hermano- ouh... voy... -se cayó mientras aún se reía.

- lo lavarlos, voy a lamento -dijiste mientras también perdías el equilibrio cayendo sobre el menor

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- lo lavarlos, voy a lamento -dijiste mientras también perdías el equilibrio cayendo sobre el menor.

- por dios... -rodó los ojos más que enfadado por la falta de responsabilidad de ustedes dos, habían consumido alcohol en exceso. Sacó su teléfono y marcó el número de su chófer privado para que acercara el auto hacia ustedes.

Cuando llegó el vehículo les ordenó que se levantaran, pero estaban tan ebrios que no ponían, sólo se reían en el suelo mientras vos tenías la cabeza afirmada en el estómago de Sherlock, como si fuera tu almohada.
Mycroft ya enojado con la actitud de ustedes dejó su paraguas en el auto y fue hacia ti, te levantó llevándote al auto con uno de tus brazos sobre su hombro, después fue hacia su hermano levantándolo, mientras el menor oponía resistencia gritando que lo secuestraban.
Ya en el auto le ordenó al chófer conducir a su mansión, tú ibas contando salteando algunos números o mezclándolos incorrectamente, mientras Sherlock decía ser un pirata, estaban súper ebrios, Mycroft no podía creer que hubieran bebido tanto, además que no aparecía John, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando afirmaste tu cabeza en sus piernas haciendo que el se sorprenda y baje la mirada más que asombrado.

- mi propio cúbito de hielo -balbuceaste acariciando su rodilla. Él tuvo la intención de apartarte, pero no lo hizo, simplemente levantó la vista y se dedicó a mirar el camino.

Al llegar a la mansión ustedes bajaron solos, Mycroft seguía intentando contactarse con el médico militar, pero nada, no contestaba.

- ¡Es tuyo! -gritó Sherlock robándole el paraguas por estar distraído- ¡Ahoy bucanero! Fuerrrra de mi barrrrco -arrastra las palabras al hablar.

- Sherlock, ya basta... espera ¿dónde está ___? -miró a su alrededor, pero no te encontrabas allí. Sherlock se encogió de hombros practicando esgrima dándole a entender a Mycroft que no sabía donde estabas.

El mayor comenzó a buscarte por toda la casa, subía por las escaleras, de una habitación a otra, pero nada, volvió a bajar y pudo divisar una puerta abierta, salió por ella buscándote y de la nada te vió acostada en el piso sobre el césped, con tu mano levantada queriendo agarrar algo.
Fue a la dirección en la que te encontrabas y se paró frente a ti para llamar tu atención, pero tú estabas distraída mirando el cielo.

- esas luces se ven muy lejanas -balbuceaste con pausas por cada palabra.

- son estrellas -informó Mycroft sin dar vueltas al tema- ¿cómo saliste?

Inteligencia Estadounidense(Mycroft Holmes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora