2: Me Gustas (Parte 1)

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Lolito x Auron

Donde una serie de malentendidos terminarán dando como resultado una relación entre un miedoso Auron y un peligroso Lolito.
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El día había llegado finalmente, el joven de cabellos oscuros, miraba nervioso la hora en su reloj que adornaba su muñeca pues se trataba del primer día de clases en su nuevo colegio, sin más el joven suspiró y aferró su agarre de la mochila, dando así el primer paso para ingresar a las instalaciones.

El nombre de este joven, era Auron, un chico el cual había tenido problemas en su antiguo colegio y por ello tuvo que salirse de ahí, cosas relacionadas con sujetos agresivos y problemáticos, al menos esperaba fielmente que esta vez, las cosas fuesen diferentes y pudiese lograr la estadía tranquila que tanto deseaba.

El sonido del timbre hizo a todos los alumnos apurarse, cruzando por todos aquellos largos pasillos, Auron respiró profundamente un par de veces buscando tranquilizarse, su corazón latía agresivamente pues no podía con la sensación tan atemorizante de que su historia antigua volviese a repetirse, finalmente él también se apresuró y revisó las listas de alumnos que seguían pegadas afuera de cada salón, por suerte cuando logró encontrar su salón correspondiente, el profesor aún no había llegado, por lo que pudo ingresar sin ningún tipo de problema.

Caminó entre las mesas y sillas que estaban siendo ocupadas por sus compañeros, el nerviosismo de Auron aumentaba al sentirse observado por aquellas personas, se sentía como un bicho raro, al final encontró un lugar vacío justo al final de la tercera fila, sin más dejó su mochila en el suelo junto a la silla y sacó una libreta para garabatear con el fin de aliviar el estrés.

En cuestión de minutos el profesor pudo llegar al aula, siendo así que las clases dieron inicio, las primeras clases fueron dadas con total tranquilidad, incluso el tiempo pasó muy rápido para la perspectiva de Auron quién ya comenzaba a sentir algo de hambre y para fortuna de su persona, el timbre sonó una vez más, dando señal de que finalmente podría ir a comer.

Lamentablemente Auron aún no podía conseguir algún amigo, por lo que tenía que desayunar en completa soledad, sin embargo no quería dar esa imagen de chico asocial que comía detrás de los botes de basura, así que mejor optó por buscar un sitio más alejado de la vista de los demás. Tras una breve caminata, sus ojos vizualizaron las escaleras que daban hacia lo que suponía que era la azotea del colegio, esto se debía a que el edificio era de dos plantas, aquel sitio parecía ser el lugar tranquilo que necesitaba, sin perder más tiempo sus pasos fueron avanzando hasta llegar a la puerta, esta tenía la cerradura rota, por lo cual podía abrirse con facilidad.

El joven caminó recorriendo el lugar hasta finalmente sentarse en el suelo apoyando su espalda contra el balcón, con mucha tranquilidad sacó de su mochila los pequeños recipientes donde guardaba la comida que había preparado y como bebida un zumo de naranja que había comprado la noche anterior, él fue comiendo con bastante calma, degustando el maravilloso sabor de los alimentos que el mismo habia conocido, si había algo que había que nadie podría negar era que Auron era un excelente cocinero.

Una vez satisfecho, miró su reloj por última vez notando que le sobraba algo de tiempo, por lo que procedió a levantarse y guardar todo nuevamente en su mochila, sin embargo justo cuando estaba por acercarse a la puerta, un par de voces se escucharon a través de ella.

— No puedes estar hablando en serio... Mi niña — el chico de cabellos naranjas miraba a su profesor con una expresión de dolor

— Nada de eso, por favor olvídalo todo — respondió el hombre de gafas con un tono indiferente ante la imagen rota de aquel joven

Efímero (Esta Madre Se Arregla En Corto) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora