Efímero (Esta Madre Se Arregla En Corto)

8: Venganza (Parte 2)

Zorman caminaba dando vueltas y vueltas por su laboratorio, estaba esperando la respuesta a las sugerencias qué había dado a Nia, era un plan que Zorman había idealizado la noche anterior, el científico necesitaba acercarse a Auron, requería una oportunidad para dar inicio a mostrarse como un pretendiente, por eso tuvo la idea de proponerle a Nia organizar un evento para los tres pueblos, un evento el cual serviría para la convivencia entre los tres, pero más importante, para que Zorman pudiera tener tiempo a solas con Auron.

Al cabo de unos minutos, el teléfono del científico comenzó a sonar, era la llamada que estaba esperando, Nia aceptó la idea, ella junto a otras personas de su pueblo se encargarían de hablar con los representantes de los pueblos 2 y 3, la idea de Zorman no les parecía nada mal después de todo serviría para alivianar un poco las tensiones qué sé formaban de vez en cuando entre los tres pueblos.

Con el ánimo por delante, Zorman se apresuró a salir de su laboratorio, estaba impaciente por ver como resultaba su estrategia.

Al día siguiente, Auron se encontraba comprando una nueva armadura en el centro del pueblo, al parecer había alguna clase de evento muy pronto, no sabía los detalles pero ya se enterará cuando vaya a hablar con Nia ese mismo día.

Auron pagó por su armadura e iba a continuar su camino cuando la inconfundible voz de Juan se escuchó llamándole desde la distancia, al mirarle el alcalde sonrió y saludó con la mano, a lo que el hechicero apresuró sus pasos para alcanzarle.

- Auron ¿Qué tal? - pronunció el mago para enseguida dar el acostumbrado beso en la mejilla como saludo

- Bien solo estaba comprando algunas cosas - dicho esto el alcalde devolvió el beso - Dios como te pones si no te dan el beso

- Es que es importante, un besito es una buena forma de saludarse y mostrar cariño

- Ya pero ¿Me quieres? - cuestionó el alcalde entre risas

- Por sup- emm... Sí, si te quiero golosa - respondió algo apenado el mago

- No, golosa tú que estás detrás de mi, no me dejas tranquilo ni un día~

- Ah pues si quieres que me vaya pues me voy y no te vuelvo a visitar en tu perra vida, amigo de mierda

- No podrías hacer eso - respondió el alcalde con una sonrisa

- ¿Ah si? ¿Por qué lo dices?

- Por que siempre que te molestas terminas regresando a mí de todas formas, soy irresistible lo sé

- Tienes el ego en las nubes, lo sabes ¿No? - comentó el mago entre pequeñas risas

- Si la verdad es que si, pero aún así soy perfectamente consciente de las bajas pasiones qué provocó chaval~

- Con ese tremendo culo qué te cargas ni quien lo dude

- Pues te doy la razón, tengo unas posaderas qué madre mía ya las quisiera tener la chica más bonita de este pueblo

- No tienes problemas en negarlo ¿Cierto?

- En efecto ¿Qué quieres que te diga si Dios me hizo así? Este cuerpo está hecho para el pecado

Juan comenzó a reír ante las palabras de su amigo, ciertamente tenía deseos de decir un par de cosas pero al final terminó callándose para si mismo sus pensamientos, no quería pasarse del límite tan a la ligera, no con él.

- ¿Hay algo que quieres hacer? - fue lo que preguntó el hechicero al mirar una vez más a su acompañante

- Bueno, se supone que debo hablar con Nia