4: Cámaras

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Juan x Auron

Juan, sus cámaras y un Auron descuidado ¿Qué podría salir mal?
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Juan se encontraba en su cuarto de cámaras en un día normal, estaba bebiendo de un café mientras mantenía la mirada fija en sus pantallas, más específicamente las diversas cámaras que había colocado estratégicamente por los alrededores de la casa de Auron, todo había comenzado a causa de las constantes discusiones por parte de ambos.

Peleas tontas y bromas que sólo jodian y jodian al hechicero supremo, por lo que harto de todo ello y por un impulso de idiotez, Juan terminó gastandose su noche entera en colocar diversas cámaras de vigilancia, además de las que ya de por sí tenía puestas tiempo atrás sólo para mantener vigilado al sujeto que tantas veces había estado jodiéndole sin parar.

El plan era simple, vigilarle hasta lograr descubrir un acto sumamente ilegal que este estuviese llevando a cabo para así tomar pruebas y usarlo como amenaza en caso de que sus conflictos se vieran en aumento.

Eso sonaba bastante razonable y funcional, lastimosamente había que tomar en cuenta de que era Juan de quien estábamos hablando, el hechicero se dispuso a desperdiciar su día entero en observar desde diversos ángulos al chico actualmente rubio en su día cotidiano.

Lo observó alimentar a los animales, traer decenas y decenas de materiales extraídos de su mina, recoger los frutos del huerto, incluso salir y quedarse en el exterior de su casa recostado en el pasto con su amada mascota sobre su abdomen, Auron estaba muy tranquilo aquel día, no había reuniones sospechosas, materiales ilegales o mínimas evidencias de que estuviese planeando alguna travesura.

Eso hizo enfurecer a Juan, pues no podía creer que justo cuando tenía oportunidad de atraparle, este simplemente no hiciera nada más que sus labores del hogar y relajarse, ese definitivamente no era el bobo asqueroso que tantas veces le había arruinado el día, así que sin más Juan se acomodó en su silla con el ceño fruncido.

Poco a poco la espera se hizo aburrida, por lo que Juan terminaría por quedarse dormido, un profundo sueño el cual se vio interrumpido horas después gracias a las notificaciones de su teléfono, solamente eran cosas como los mensajes en el grupo que tenían de todos los chicos, Juan con pesadez fue revisando los mensajes notando que simplemente eran ellos discutiendo.

Rápidamente dejó el teléfono a un lado pues no tenía ganas de ver como se echaban mierda los unos a los otros, fue entonces donde la vista de Juan regresó hacia sus pantallas, encontrándose con una imagen más que comprometedora.

Entre todas las cámaras, habían algunas que estaban muy bien posicionadas, tanto como para ser capaces de captar como Auron salía de la ducha, estaba secándose el cabello con una toalla, no obstante no tenía nada más puesto.

Juan de inmediato se reincorporó en su asiento buscando con la mirada el control de aquella pantalla, sus manos buscaban entre la caja repleta de ellos intentando encontrar el control correcto, sin embargo al momento de levantar nuevamente la mirada sus manos se detuvieron instantáneamente.

Auron estaba recostado sobre la cama tamaño matrimonial que tenía en su habitación con su cuerpo totalmente descubierto, Juan se quedó inmóvil ante aquella imagen, pero su sorpresa fue en aumento al verle abrir y elevar sus piernas, Auron comenzaba a darse caricias a sí mismo, una situación bastante íntima la cual sin querer Juan estaba siendo testigo, el rubio teñido tenía el rostro ruborizado, sus manos se deslizaban por su miembro, acariciándolo suavemente, sus cejas se arqueban ligeramente a la vez que se mordía el labio.

Juan sólo podía seguir con la mirada fija ante aquella escena, sabía que estaba viendo algo que no debería... Pero aún así le era imposible apartar la mirada, jamás pensó en encontrarse con una imagen tan indecente de aquel chico.

Efímero (Esta Madre Se Arregla En Corto) Where stories live. Discover now