Capítulo 30

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El Hogwarts Express se había marchado exactamente el primero de septiembre a las once de la mañana, todos los alumnos estaban emocionados, otros nerviosos y la sminiria sentía que algo pasaría. Sara Miller estaba entre los alumnos emocionados, no solo porque volvería a la escuela que tanto le encantaba, sino que también volvería a ver a su novio, Sirius Black.

Oh sí, ella era novia del mismo Sirius Black, y quien le preguntara como se sentía, diría que fabuloso. La primera vez que le comunico a sus padres tu que tenía una pareja; estos se volvieron locos, al punto de que durante las vacaciones, su madre la llevo al ginecólogo, muchas chicas no se mostraban penosas, al fin y al cabo era una rutina que la bruja entre los quince y diecisiete debía de realizar dos veces al año, pero para ella era incomodo ya que cuando su madre la llevo, esta le dijo a la ginecóloga que andaba de puta, porque claro, tener novio a los dieciséis era sinónimo de andar de puta, y más cuando ya experimentabas las relaciones sexuales. Sus padres no le hablaron durante todo el verano y si lo hacían, solo era para recordarle que era una deshonra y que era una cualquiera, y ella no era una cualquiera, ella se casaría con Sirius Black, un mago rico que le cumpliría todos y cada uno de sus caprichos, uno que nunca le diría que no a algo y que le daría las joyas que sus molestas primas llevaban.

Ahora comenzaba su sexto año, mismo que juraba ser mejor que el anterior y donde por fin podría decir a los cuatro vientos que ella, Sara Miller era la novia oficial y futura esposa de Sirius Blck.

- Sara, Black esta en el vagón de siempre - escucho decir a su mejor amiga, Dorcas

- Gracias Dorcas - sonrió ella

Salió del vagón a pasos tranquilos, pero decididos, ella quería que Sirius viera que el verano había sido bueno con ella, su cabello castaño había cambiado por un rubio algo parecido al de Marlenne McKinnon, había crecido un poco más y su cuerpo lucía perfectas curvas. Al llegar al compartimiento que se le había señalado, escucho la voz de Sirius, pero también la de una mujer, y eso le molesto.

- ¡¿Quién es la zorra con la que estas?! - grito Sara, abriendo la puerta de golpe

Los presentes se asustaron, más que nada porque el grito les había caído de sorpresa y sin anestesia, Regulus quien había deseado quedarse con su hermano y amigos hasta que los Slytherin terminaran de hacer unas cosas, se aferró a James quien estaba más próximo.

Sirius estaba sorprendido, no esperaba que Sara apareciera así de golpe, gritando y asustando a su madre y a su hermano.

- ¿De que estas hablando? - cuestionó Sirius

- De esa zorra - señalo Sara, hacía donde una Walburga le miraba desconcertada

Los merodeadores se miraron, sorprendidos y apenados, no esperaban a que la ahora rubia llegara gritando miles de groserías hacía la propia Walburga quien no comprendía que era lo que estaba pasando o porque le estaba diciendo aquello.

- Primero que nada, bájale a tu tono, segundo, a la mujer que le estas diciendo zorra, es Wlaburga... -

- Matthews - cortó Walburga a su hijo, sonriendo de forma cálida para no preocupar los - Soy la nueva profesora de astronomía

Sara no le presto la más mínima atención, siquiera para comprobar que la mujer tenía un enorme parecido a Sirius y Regulus, este ultimo le sonrió apenado a James, pues no esperaba haberlo ocupado como un escudo. Sara se sentó en la piernas de Sirius como si nada, tomando una de la ranas de chocolate, hablaba de cualquier cosa, motivo por el cual, Walburga se estaba mareando.

- Me disculpo, saldré a revisar los vagones - dijo ella con tranquilidad, lanzándole una mirada a los cuatro Gryffindor con un claro mensaje «Cuiden de Regulus»

𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐏𝐞𝐜𝐚𝐝𝐨 «𝐒𝐢𝐫𝐢𝐮𝐬𝐱𝐑𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora