Capítulo 41

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Las salas comunes estaban rebosando de regalos y los gritos eufóricos de muchos. Algunos que ya estaban comprometidos observaban con cierto anhelo sus regalos, como era el caso de James Potter quien chillaba alegre por los libros de DCAO y un brazalete de oro blanco y entre los objetos, estaba una breve nota.

Las mejillas de James se volvieron rojizas, suspiró enamorado, cada vez que pasaba más tiempo con el Riddle, se daba cuenta que estaba más que perdido por el de ojos esmeraldas

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Las mejillas de James se volvieron rojizas, suspiró enamorado, cada vez que pasaba más tiempo con el Riddle, se daba cuenta que estaba más que perdido por el de ojos esmeraldas.

Observo al resto, estaban emocionados con sus regalos, y posteriormente observó los suyos.

Tom
Lily
Sirius
Remus
Regulus (sorpresivamente)
Petunia
Su mamá
Su tío Charles
Su tía Dorea
Andrómeda
Xenophilius
Pandora

Pero no había ningún regalo de su padre y eso le hacía sentir triste. ¿Por qué no le había mandado siquiera una carta? ¡Era injusto! Frustrado, James prefirió ir a caminar un rato.

Sirius quien había notado el cambio de humor en su mejor amigo, suspiró. A él si le había llegado un regalo de Fleamont Potter, pero también de Euphemia y no entendía porque aquello le incomodaba. Volvió a suspirar, claro que sabía porque, las cartas que había tomado "prestadas" seguían grabadas en su mente y ahora viendo bien las cosas, a incomodidad comenzaba a hacerse notar, estaba claro que no quería hacer nada por estar cerca de la que creyó podría ser buena madre.

- ¡Oh Sirius, mira! - exclamó Remus, señalando una cadena de oro blanco - Me la ha regalado el abuelo Xavier

- Eso solo termina de confirmar que eres ya miembro de la familia Malfoy - se burló Frank a su lado

- ¡Cállate! - exclamó sonrojado Remus - Que bien que todos ya vimos la gargantilla Lestrange

Fue el turno de Frank estar rojo y que la risa de todos se escucharan fuerte y claro. Sirius se había sorprendido cuando  comenzó a notar que Rabastan Lestrange cortejaba a Frank, ¡Quien lo hubiera dicho! Pero aquello no importaba en esos instante, pues se centro nuevamente en sus regalos y decir que estaba sorprendido era poco.

La caja que más sobresalía era la de Regulus, estaba claro que era de él, ¿Quién más era capaz de mandar un patito de hule amarrado en el moño? ¡Solo él!

Con tranquilidad abrió la caja, aunque su corazón estaba latiendo al mil por hora, ahí adentro había un peluche en forma de perro (muy parecida a su forma animaga) quien llevaba un túnica de Gryffidnor y una pequeña bufanda, había unos guantes negros con detalles verde agua; su color favorito, también había un gorro de lana, una cadena de oro con una "S" y también había un cámara fotografica.

𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐏𝐞𝐜𝐚𝐝𝐨 «𝐒𝐢𝐫𝐢𝐮𝐬𝐱𝐑𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora